PEKÍN, 4 Jun. (de la corresponsal de EUROPA PRESS, Débora Altit) -
La Bolsa China volvió a desplomarse hoy un 8,3% tras la caída del 6% experimentada el pasado día 30 de mayo y después de perder 2,7% el pasado viernes, con lo que acumula un retroceso de más del 15% y ofrece de momento pocas perspectivas de estabilidad.
El Índice Compuesto de Shanghai, que incluye acciones en yuanes y en divisa extranjera, cerró hoy en 3.670 puntos, lo que implica un retroceso del 8,26% respecto al cierre del pasado viernes.
Ésta es la mayor caída que registra el mercado chino desde el pasado 27 de febrero, cuando se desplomó casi un 9%, aunque es la mayor en un solo día en términos absolutos de la historia de la Bolsa china, según "China Daily".
Mientras, el mercado de Shenzhen registró un descenso del 7,76%, y cerró a 11.486,46 puntos, según informa la agencia oficial Xinhua.
Ambos mercados acumularon un volumen de negociación de 225.890 millones de yuanes, bastante menos de los 346.580 millones del viernes. Y un tercio de los 800 valores que cotizan en los parqués del país sufrieron una caída del 10%.
La decisión de ambos mercados de no detener las operaciones pese a la acusada volatilidad de las últimas jornadas no ha parecido jugar a su favor.
En China, las compañías cuyas acciones experimentan un aumento o descenso del precio del 20% en tres días están obligadas a justificar las fluctuaciones o confirmar que no existe información clasificada que esté afectando a los precios.
La tendencia descendente de la Bolsa china se inició la semana pasada después de que Beijing decidiera triplicar un impuesto sobre las operaciones bursátiles con el propósito de frenar la posible burbuja financiera hacia la que se dirige el país.
Los analistas declararon en aquel momento que la medida tendría consecuencias tan sólo a corto plazo y no causaría "caídas consistentes".
