Economía/Bolsa.- Zoido considera que BME será una pieza fundamental en el futuro mapa bursátil europeo

Actualizado: martes, 17 enero 2006 15:52

MADRID, 17 Ene. (EUROPA PRESS) -

El presidente de Bolsas y Mercados Españoles (BME), Antonio Zoido, considera que el mapa bursátil europeo aún está por configurar, ya que se trata de un proceso largo que en los últimos años ha dejado adquisiciones, fusiones y alianzas, que todavía no han finalizado, y en cuyo resultado final BME va a ser una pieza fundamental.

Para ello, añade, la sociedad debe ganar tamaño, profundizar en los volúmenes de negocio, aumentar la diversidad de sus productos y servicios y exportar su tecnología. Actualmente, Bolsas y Mercados Españoles se sitúa por volúmenes negociados entre los cuatro primeros mercados de valores europeos.

Así, durante los próximos meses el objetivo principal de BME será trabajar para lograr mejoras operativas, funcionales y estructurales, consistentes con la consecución de unos mayores niveles de eficiencia global y con su potenciación de cara al exterior, e investigar en nuevas tecnologías, totalmente españolas, para su posterior proyección internacional.

DIRECTIVAS EUROPEAS

En el último número de la revista 'Perspectivas del Sistema Financiero' editada por la Fundación de las Cajas de Ahorros (FUNCAS), Zoido también destaca que las directivas sobre los mercados financieros insisten en la transparencia, fiabilidad y difusión de la información al mercado como elementos fundamentales del correcto funcionamiento del sistema, pero no inciden en la formación del precio, cuya fragmentación en los procesos de formación puede suponer un riesgo importante para los mercados en el sentido más amplio.

En este sentido añade que el resultado final debe nacer de la convergencia de los intereses de todos los participantes, reguladores, inversores, sociedades cotizadas, el conjunto de la industria de valores y de las propias bolsas.

Además, explica que la internacionalización de los flujos de órdenes como método normalizado en la formación de precios que se propone en la nueva Directiva de los Mercados e Instrumentos Financieros (MIFID) renuncia a la transparencia y objetividad que se demanda en el proceso inversor.