Economía/Fiscal.- Los expertos creen que los cambios en la tributación del ahorro aceleraron las ventas en 2006

Actualizado: jueves, 11 enero 2007 13:50

La mayor brecha entre los tipos máximos de IRPF y Sociedades puede llevar a las declarantes de más renta a constituirse como empresas


MADRID, 11 Ene. (EUROPA PRESS) -

El aumento al 18% de la tributación de todos los productos del ahorro contemplado en la reforma fiscal, que entró en vigor el 1 de enero, ha acelerado las operaciones de venta de estos productos a finales de 2006, según los expertos en fiscalidad consultados por Europa Press, que ven en este cambio la novedad más relevante.

En concreto, la reforma del IRPF eleva del 15% al 18% la tributación del ahorro y extiende dicha tributación a todos los productos, bien sean acciones, viviendas, seguros o dividendos (en este caso con una exención en los primeros 1.500 euros), lo que ha motivado que muchas operaciones se hayan adelantado a la aplicación de este endurecimiento fiscal.

Además de esta consecuencia, los expertos advierten de que el aumento de la brecha entre el tipo máximo del IRPF, que se sitúa ahora en el 43%, y el tipo general del Impuesto sobre Sociedades, que en 2008 se reducirá hasta el 30%, puede llevar a los contribuyentes con rentas más altas a canalizar sus ingresos a través de la creación de empresas para tributar por Sociedades y así pagar menos impuestos.

El coordinador de los Gestores Administrativos Asesores Fiscales (Gesaf), Arturo Jiménez, indicó a Europa Press que en los últimos meses del año se ha generado una "cierta inquietud" por parte de contribuyentes que tenían intención de vender algunos bienes, como acciones o viviendas, lo que ha motivado que hayan adelantado algunas operaciones que, en principio, pensaban dejar para más adelante.

De la misma manera, a partir de ahora se aplica el 18% de tributación con independencia de que las ganancias obtenidas se hayan generado antes o después de aun año (hasta ahora el 15% se aplica en las ganancias a más de un ejercicio), lo que también ha acelerado operaciones de venta que no han tenido que esperar a que transcurran 12 meses para beneficiarse del tipo único.

PRODUCTOS DE AHORRO MÁS ATRACTIVOS.

Por su parte, el gerente del Registro de Asesores Fiscales (Reaf), Luis del Amo aseguró que, además de haber acelerado algunas operaciones de venta, obligará a las entidades financieras a ofrecer productos más atractivos y con nuevas características para los contribuyentes, dado que a partir de ahora todos ellos tributarán de la misma manera y ninguno presentará ventajas fiscales frente al resto.

De la misma opinión es Ricardo Gómez, socio del bufete Garrigues y experto en temas fiscales, que considera que la eliminación del tiempo en la generación de las plusvalías para beneficiarse del mejor tratamiento fiscal tendrá un "efecto claro" en la conducta de las entidades financieras a la hora de ofrecer nuevos productos a los inversores.

Otro de los cambios que ha generado más movimientos a finales de 2006 es la supresión de la reducción del 40% en el rescate de los planes de pensiones en forma de capital. Así, el coordinador de Gesaf afirmó que muchos contribuyentes que tenían abiertos planes de pensiones y que están a punto de la jubilación han intentado aportar el máximo posible antes de la conclusión del año, dado que los planes abiertos antes del final de 2006 seguirán disfrutando de esta ventaja fiscal durante los próximos cuatro años.

Sobre este punto, el socio de Garrigues considera que los planes de pensiones mantienen un tratamiento fiscal "privilegiado" en materia de deducciones, por lo que considera que esta supresión no será un motivo suficiente para frenar estos instrumentos de ahorro.

"No habrá una pérdida notable de atractivo de estos productos", añadió Gómez, pese al "dirigismo legal" que, en su opinión, ha introducido el Gobierno, al incentivar fiscalmente el rescate de los planes de pensiones en forma de renta.

En cambio, Del Amo indica que este incentivo, que calificó de "muy importante", era una de las principales motivaciones que llevaba a los contribuyentes a abrir un plan de pensiones, por lo que su eliminación, podría suponer un menor crecimiento de estos productos de ahorro en los próximos años.

Sobre los demás productos de ahorro, Gómez valoró de forma positiva la reducción de la fiscalidad de los depósitos bancarios, que pasarán a tributar también al tipo único del 18% y no se someterán al marginal del contribuyente como hasta ahora, y señaló que hasta la reforma fiscal estaban "penalizados" fiscalmente. No obstante, admitió que esta medida beneficiará especialmente a las rentas más altas, que antes tributaban por sus depósitos al 45%, el tipo marginal más alto.

"DISCUTIBLE" TRIBUTACIÓN DE LOS DIVIDENDOS.

Para el socio de Garrigues, otro tema que también es "muy discutible" es el tratamiento de los dividendos, que pasan igualmente a tributar al 18%, debido a que para las rentas más bajas --que tributaban al 15% o por debajo--, el establecimiento de este tipo único supondrá un aumento de la fiscalidad.

Otro de los aspectos más novedosos que destaca Gómez es el aumento la brecha entre el tipo máximo del IRPF (43%) y el tipo general de Sociedades, que en 2008 se reducirá hasta el 30%. En su opinión, con esta reforma se rompe la tendencia de acercamiento entre ambos tipos que se había producido en las últimos años --hasta ahora el tipo máximo del IRPF estaba en el 45% y el de Sociedades en el 35%--.

Esto podría motivar, a su juicio, que algunos contribuyentes con rentas muy altas y que tributarán al 43% tras la reforma, canalicen sus ingresos a través de la constitución de una sociedad para pasar a tributar al 30%, 13 puntos menos de lo que pagarían en IRPF. "Es un asunto peligroso que se tendría que corregir", advirtió.

MENOS INVERSIONES POR CAMBIO DE DEDUCCIONES.

En cuanto a la reforma del Impuesto sobre Sociedades, Del Amo indicó que los cambios introducidos en la deducción por reinversión de beneficios, que desde ahora se vincula a las inversiones en capital productivo, también ha acelerado que muchas empresas hayan aprovechado el año 2006 para realizar determinadas inversiones y poder beneficiarse de esta ventaja fiscal, que es la más cuantiosa de todas las deducciones contempladas en el tributo.

En este punto, Gómez añadió que, aunque el cambio en esta deducción puede ser positivo, el Gobierno "se ha pasado de frenada", al establecer unas condiciones para acogerse a dicha deducción que para muchas empresas resultarán "muy estrictas", lo que podría motivar una cierta paralización de las inversiones de beneficios, con la consiguiente pérdida de capitalización de la economía española.