(Ampliación) Méndez considera la huelga general como el detonante de la remodelación del Gobierno

Cándido Méndez atiende a los medios junto al secretario general de UGT en Murcia
UGT REGIÓN DE MURCIA
Actualizado: viernes, 22 octubre 2010 17:24

Asegura que "no es suficiente cambiar personas" sino que el Gobierno "tendrá, más pronto que tarde, que cambiar su agenda de contenidos"


CARTAGENA (MURCIA), 22 Oct. (EUROPA PRESS) -

El secretario general de UGT, Cándido Méndez, ha considerado la huelga general del 29 de septiembre como el detonante de la remodelación del Gobierno, que ha calificado como una crisis de gobierno "de tomo y lomo" que supone "una contradicción más del presidente, José Luis Rodríguez Zapatero".

Momentos antes de intervenir en la clausura de las V Jornadas Formativas Sindicales organizadas por UGT-Región de Murcia en La Manga del Mar Menor (Murcia), Méndez ha ratificado que "nadie puede dudar que la huelga general ha sido el cauce de expresión del rechazo muy profundo a las políticas del Gobierno central".

En este sentido, ha asegurado que hay que reconocer que la huelga general que tuvo lugar el pasado 29 de septiembre es el único "acontecimiento de relevancia nacional" que ha habido antes de este cambio de criterio del presidente de Gobierno, "que le ha abocado a esta crisis de Gobierno".

Méndez insistió en que se trata de una "crisis de gobierno que contradice, además, los planes iniciales del presidente de Gobierno, quien anunció por activa y por pasiva que iba a proceder exclusivamente al cambio del ministro de Trabajo por su marcha para incorporarse a las listas del PSC para las elecciones autonómicas catalanas".

Sin embargo, destacó que Rodríguez Zapatero "ha hecho una remodelación que afecta al núcleo del Gobierno, por lo que es una rectificación más del presidente", y bromeó al decir que no cree que haya hecho el cambio "en previsión de la visita del Papa, Benedicto XVI a Cataluña".

"Hay quien intenta no establecer ningún tipo de relación entre esta crisis de Gobierno y la huelga general del 29 de septiembre, pero lo primero que hay que reconocer es que el único acontecimiento de relevancia nacional que ha habido antes de este cambio de criterio del presidente de Gobierno, que le ha abocado a esta crisis de Gobierno, ha sido la huelga general", matizó.

Así, recordó que las encuestas indican que más del 70 por ciento de la población española --no sólo de los trabajadores-- está en contra de la reforma laboral y quiere que el Gobierno central la retire y renegocie con los sindicatos. Además, puntualizó que más del 75 por ciento está en contra del retraso obligatorio de la jubilación a los 67 años.

Por lo tanto, aseveró que "no es difícil conectar el impacto de la huelga general como causa de rechazo de las políticas del Gobierno con la crisis de Gobierno".

En segundo lugar, señaló que se trata de una crisis de Gobierno "de calado", pero afirma que el Gobierno "cometería un error si piensa que las cosas las hace bien pero las comunica mal". Y es que el problema, a su juicio, no es que el Ejecutivo "explique las cosas bien o mal, sino que el contenido de sus políticas no es compartido por la amplia mayoría de población".

Por eso, a su juicio, el Gobierno de España "debería llegar a la conclusión que el impacto mediático y público del cambio de persona se agota y, desde luego, el agotamiento en el tiempo y el cambio político de persona no se puede sustituir ni prolongarse mediante políticas de comunicación".

"Es decir, no es suficiente el cambio de personas y en la agenda de comunicación, sino que el Gobierno tendrá, más pronto que tarde, que cambiar su agenda de contenidos políticos en políticas de ajuste y en políticas de recorte, que son las que provocan ese rechazo en la opinión pública española", reprochó.

Al respecto, avanzó que UGT "va a estar en este periodo de tiempo, en primer lugar, preparando un documento unitario con CC.OO.", y que el sindicato va a seguir la estela de la huelga general del 29 de septiembre "con nuevas iniciativas y movilizaciones que anunciarán en próximas fechas". Asimismo, ha avanzado que mantendrá "indudablemente la exigencia de rectificación de la reforma laboral y en relación con los propósitos de imponer el retraso obligatorio de la edad de jubilación".

A su parecer, estos planteamientos del Gobierno central "no resuelven ninguno de los problemas de la economía española, sino que agravan la situación y hacen que se retrase la recuperación y propician que se siga produciendo un aumento del desempleo".

"ESPAÑA NO ES FRANCIA".

El secretario general de UGT, dejó claro que va a estar a disposición del Gobierno cuando reciba su llamada, pero anunció que no va a renunciar a sus exigencias de que la reforma laboral "tiene que ser reversible y que no se puede ir por el camino que pretenden en el ámbito de las pensiones". Además, reivindicó la recuperación del "espíritu del Pacto de Toledo".

En este sentido, estableció diferencias entre la situación de España y con el resto de Europa, porque en España "hay un compromiso político parlamentario que no hay en ningún otro país de Europa y pacifica un debate siempre muy polémico". Por eso, dijo que "España no es Francia en esta materia, porque en el país galo no hay ningún pacto político parlamentario". Al respecto, remarcó la necesidad "del sosiego" para establecer un debate "y contribuir a que sus alternativas saldrán adelante".

Sobre la patronal, Méndez dijo que "se replegó después de que el Gobierno impusiera la política de ajuste y las reformas, y renunció a cualquier negociación". No obstante, se mostró a la expectativa de ver "qué ocurre en la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) tras la elección de presidente".

SI LA PATRONAL MANTIENE SU POSICIÓN, HABRÁ "PROBLEMAS".

Al respecto, advirtió de que "si la patronal mantiene su posición, va a haber "problemas", pero mostró su confianza en que la CEOE "llegue a la conclusión de que es más importante y más fructífero avanzar un paso en la dirección correcta por el acuerdo, en vez de avanzar un kilómetro con unas botas de siete leguas que le preste el Gobierno".

Al ser preguntado por su opinión personal acerca del nuevo ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, insistió en que "las políticas de empleo o de la calidad del empleo deben ser un compromiso del conjunto de la Administración", por lo que remarcó que su valoración de la crisis de Gobierno "no la remite a un componente que haya sido protagonista de la remodelación".