MADRID, 28 Feb. (EUROPA PRESS) -
El ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Jesús Caldera, aseguró hoy que las negociaciones con empresarios y sindicatos para la reforma del mercado laboral se encuentran "al final de su recorrido", si bien rechazó poner un plazo límite para la conclusión de las conversaciones. "Yo no pongo plazos, porque no sería razonable, pero sí mucha voluntad", fueron las palabras del ministro.
Caldera, que participó en el Foro de la Nueva Sociedad, se mostró "prudentemente optimista" de cara a alcanzar un acuerdo con los agentes sociales e insistió en que lo importante aquí es el resultado de la negociación y no el establecimiento de un determinado plazo temporal.
Según subrayó el ministro, la mesa de reforma laboral presenta "un montón de asuntos" donde existen "aproximaciones notables" en las posiciones de las partes. Entre ellas, Caldera se refirió a la política de bonificaciones y estímulos a la contratación o a la necesidad de poner coto al encadenamiento abusivo de contratos temporales, un fenómeno que se deja sentir especialmente en la subcontratación.
"Compartimos el diagnóstico de que tenemos que encontrar un punto de equilibrio para transferir esos contratos temporales en contratos estables, pero con la suficiente flexibilidad como para que su causa de extinción no suponga un riesgo para la empresa", añadió el ministro, que calificó como "lógico y legítimo" que los interlocutores sociales manifiesten posiciones distintas en determinados temas.
Por otro lado y preguntado por los datos de febrero sobre afiliación, paro y contratación que su Ministerio publicará el próximo jueves, Caldera se mostró "absolutamente convencido" de que será un buen mes y de que el empleo seguirá marcando una tendencia al alza.
"Se están haciendo muchos contratos diarios y la contratación indefinida continúa creciendo a tasas del 20%", señaló el titular de Trabajo, que avanzó además que la afiliación a la Seguridad Social aumentará en febrero.
REFORMAS EN SEGURIDAD SOCIAL.
En este sentido, subrayó que el sistema funciona bien actualmente, aunque eso no quita la necesidad de pactar reformas que preparen el futuro y garanticen su viabilidad y las pensiones de los ciudadanos.
De momento, el proceso de normalización de extranjeros ha contribuido notablemente al crecimiento de la Seguridad Social. Según dijo Caldera, los trabajadores inmigrantes aportaron el año pasado unos 750 millones de euros con sus cotizaciones, cifra que en 2006 se espera que alcance los 1.350 millones de euros.
Caldera recordó que el Ministerio ya está debatiendo con los agentes sociales qué reformas requiere la Seguridad Social. Una de las propuestas centrales del Gobierno, explicó el ministro, es la de fomentar la permanencia de los trabajadores en el mercado laboral más allá de los 65 años.
"Las condiciones de trabajo han cambiado mucho. Las personas de 60 y más años son perfectamente válidas para el trabajo. Por eso queremos estimular su permanencia en el mercado laboral", afirmó el ministro, que confió en que las negociaciones para la reforma del sistema lleguen también "a buen puerto".
En su opinión, la construcción del Sistema Nacional de Dependencia "ayudará y mucho" a sostener la Seguridad Social gracias al "universo hipotético" de empleos que generará su implantación y que Caldera cifró en aproximadamente medio millón de puestos de trabajo.
