La mesa se reúne este jueves por primera vez tras las vacaciones de Navidad MADRID, 15 Ene. (EUROPA PRESS) - Gobierno, patronal y sindicatos retomarán esta semana las negociaciones sobre la reforma laboral para intentar abrir camino a un acuerdo que, de no cambiar mucho las posiciones de unos y otros, seguirá resistiéndose. En concreto, el Ejecutivo y los agentes sociales se reunirán el próximo jueves, 19 de enero, para tratar de reconducir unas negociaciones que antes de las vacaciones de Navidad atravesaban momentos difíciles. Ante el "atasco" que han sufrido las conversaciones, sólo hay dos posibles salidas, según explicó a Europa Press el responsable de Comunicación de CC.OO., Fernando Lezcano: o la mesa se cierra sin acuerdo o el pacto al que se llega incluye menos contenidos de los inicialmente planteados. Del primer caso, el desacuerdo, se derivan otros dos caminos: que el Gobierno no legisle y deje las cosas como están, como querría la CEOE en el supuesto de que no hubiera consenso, o impone una reforma laboral. Esta segunda opción es descartable después de que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, reiterara hace unos días que no adoptará medidas legislativas que vayan en contra de la voluntad de empresarios y sindicatos. "Parece evidente que un acuerdo como el que se planteaba al principio es muy difícil de conseguir. Se podría plantear entonces un acuerdo con menos contenidos de los iniciales, descartando los temas más espinosos. No sé si las cosas acabarán yendo por ahí", afirmó a Europa Pres Fernando Lezcano. En cualquier caso, Lezcano avisó de que a su sindicato "no le valdrá cualquier cosa", es decir, que por muy 'de mínimos' que pueda llegar a ser el acuerdo CC.OO. no lo firmará si no tiene impacto sobre la temporalidad. Además, recordó Lezcano, "para que hubiera un acuerdo de mínimos" se tendría que consensuar primero de qué "mínimos" se trataría, lo cual, dijo, "requeriría voluntad por parte de todos".
UGT QUIERE UN ACUERDO ÚTIL Y EQUILIBRADO.
Por su parte, el secretario de Acción Sindical de UGT, Toni Ferrer, señaló que el acuerdo resultante de este largo proceso de negociación debe ser "útil" para reducir la temporalidad, regular la subcontratación y generar derechos para colectivos que no los tienen. "O se cambia la tendencia de la temporalidad o la reforma no valdrá para nada", afirmó Ferrer, en declaraciones a Europa Press.
Además de útil, el representante de UGT manifestó que el acuerdo debería tener una "amplia base", es decir, que abarcara medidas legislativas y regulatorias, pero también de políticas activas y de impulso a la Inspección de Trabajo.
Y junto a todo eso, las negociaciones que ahora se retoman deberían conducir hacia un texto "equilibrado", que conjugara los intereses de empresarios y sindicatos, pero sin perder de vista que el objetivo central es reducir la temporalidad. En este sentido, confió en que la CEOE vaya a abandonar su "programa de máximos" en esta nueva fase de la negociación.
