MADRID 24 Ene. (EUROPA PRESS) -
Gobierno, patronal y sindicatos proseguirán mañana las negociaciones de la reforma laboral tras pactar en su última reunión, celebrada el pasado 19 de enero, un calendario más amplio del inicialmente previsto.
Con la reunión de mañana, al Ejecutivo y los agentes sociales les quedarán por delante otras dos fechas para sentarse a la mesa, el 30 de enero y el 6 de febrero, aunque no descartan una nueva ampliación del calendario si las negociaciones avanzan camino del acuerdo.
De momento, las diferencias en las posiciones de unos y otros son notorias. No obstante, CC.OO. y UGT creen que, después de nueve meses de negociación, el proceso ha adquirido un "grado de madurez suficiente" como para que las conversaciones entren ya en un fase decisiva.
La tarea que ahora queda por delante es la de que cada parte analice y exponga claramente cuáles son sus prioridades, los contenidos que consideran básicos para hacer posible el acuerdo y en qué temas se está dispuesto a ceder.
GRUPOS DE TRABAJO PARA DETERMINADAS MATERIAS.
Los sindicatos tienen claro cuáles son los ingredientes mínimos que permitirán su firma en la reforma laboral. Para ellos, el acuerdo pasa por dar una solución a los problemas más graves del mercado de trabajo, es decir, la temporalidad y la desigualdad entre hombres y mujeres.
Gobierno y agentes sociales han acordado 'sacar' de la negociación varios capítulos para su debate en grupos de trabajo específicos, ya que las partes consideran que deben ser analizados haya o no acuerdo.
Así, las políticas activas, los servicios públicos de empleo y la Inspección de Trabajo se discutirán en paralelo a las negociaciones de la mesa, en tanto que los temas nucleares de la reforma laboral (temporalidad, subcontratación e igualdad, entre otros) seguirán formando parte de la misma.