PARIS 7 Feb. (EUROPA PRESS) -
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) considera que los países del Sur y del Este de Europa adolecen de una débil actividad en innovación y de escasa competitividad en productos de mercado.
En su informe de 2006 'Going for Growth', el segundo de este tipo realizado por la organización, la OCDE distingue dentro de la treintena de países que la conforman entre países líderes en innovación --Estados Unidos, Japón y los nórdicos--, los avanzados en este aspecto pese a algunas deficiencias universitarias --Francia, Alemania, Bélgica y otros-- y los que tienen un bajo rendimiento en innovación, esto es, los del Sur y Este de Europa, entre los que figura España.
Estos países, señala, requieren "una mayor competitividad en los productos de mercado" y "una mejora en la educación" para formar a profesionales cualificados.
No obstante, durante 2005 los gobiernos de la OCDE "han sido más eficaces al involucrarse en reformas para mejorar la productividad laboral que en reformas para aumentar el número de personas empleadas", señala el informe.
En el último año, los gobiernos de la OCDE realizaron esfuerzos especialmente significativos para mejorar la productividad relacionadas con el levantamiento de restricciones a la actividad empresarial y con la estimulación de la competitividad.
En la UE, recuerda, se puso en marcha la directiva de servicios, sometida a un intenso debate, mientras que en Japón se revisó la legislación sobre competitividad y en Alemania se remodelaron los criterios educativos. Sin embargo, advierte, "ha habido poco avance al aumentar el número de personas empleadas, lo que había sido presentado como una de las prioridades en el anterior informe", explica.
Para la OCDE, algunas reformas, como la de supresión de incentivos a la jubilación anticipada, han sido "limitadas" y responden a un "escaso entusiasmo" de las autoridades. No obstante, hubo importantes avances en la reforma de los sistemas de prestaciones por enfermedad y minusvalía en Australia, Reino Unido, Dinamarca, Hungría, Países Bajos, Noruega, Suecia y Suiza.
Por otro lado, el informe pide a los gobiernos que, para supervisar el comportamiento de la actividad en innovación del país, creen indicadores específicos. Esto indicadores podrían establecer comparaciones entre países e ir asociados a medidas concretas de choque en función de las deficiencias detectadas, concluye.