El paro seguirá mañana en la red de ferrocarril a pesar de que el seguimiento de la protesta es menor
PARIS, 16 Nov. (EUROPA PRESS) -
Los piquetes de huelga de los trabajadores del ferrocarril contrarios a la reforma de los regímenes especiales de jubilación han radicalizado su postura y han provocado a primera hora de esta mañana tensiones en algunas estaciones de París y de Lille.
Así, huelguistas de la Sociedad Estatal de Ferrocarril (SNCF) impedían en la estación de Saint Lazare la salida de los trenes al colocarse en las vías férreas con petardos y bengalas. Escenas similares se vivieron en Lille. La dirección de la SNCF calificó los actos de "ecandalosos y absolutamente inaceptables".
La tercera jornada de huelga en los transportes públicos franceses está teniendo un seguimiento menor que en los dos días precedentes y, según los primeros datos de la SNCF, a las 11.00 horas un 32,2% de los trabajadores secundaba el paro, frente al 48,8% de ayer y el 61,5% del miércoles. Pese a todo, para los usuarios la ligera mejoría en el tráfico es prácticamente imperceptible y sigue siendo complicado trasladarse.
Además, el caos continuará mañana en los trenes después de que las primeras asambleas generales de ferroviarios hayan acordado de nuevo prorrogar la protesta, confirmando así el divorcio entre las bases y la cúpula sindical, partidaria de abrir la negociación en las empresas afectadas por la reforma.
"Hemos enviado una carta al ministro y esperamos una respuesta.Y mientras esperamos continuamos la huelga", declaraba Laurent Russeil, secretario general de la Confederación General de Trabajadores (CGT). El sindicato más radicalizado, Sud-Rail, ha lanzado un boletín en el que se podía leer: "Tenemos más que ganar conla huelga que con la reforma".
Didier Le Reste, responsable de la sección ferroviaria de la CGT, declaraba por su parte a la emisora France Info que "nadie ganará nada si el movimiento descarrila o se atasca".
Pero el ministro de Trabajo, Xavier Bertrand, ha exigido a los sindicatos que "hagan un llamamiento a la vuelta al trabajo" para poder comenzar las negociaciones sobre la reforma de los regímenes especiales de jubilación. "No puede haber una huelga y una negociación en las empresas al mismo tiempo", declaró Bertrand en France 3, convencido de que hay cada vez más trabajadores que quieren abandonar el paro.
También el primer ministro, François Fillon, volvió ayer a hacer un llamamiento a la "responsabilidad" para que finalice el conflicto que entra en su tercera jornada y empiece la negociación en las empresas. "Cada uno ha dado un paso hacia el otro y ahora hace falta que la negociación comience, porque esta huelga tiene que detenerse", dijo.
