Economía/Laboral.- Rajoy critica al PSOE por apoyar la huelga cuando el PP se opuso a la que le hicieron a Zapatero

 , Mariano Rajoy, En El Senado
EUROPA PRESS
Actualizado: martes, 10 abril 2012 19:21

Dice que hará lo "posible y lo imposible" para añadir a la reforma laboral las enmiendas socialistas que mejoren el texto

MADRID, 10 Abr. (EUROPA PRESS) -

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha criticado al PSOE por apoyar la huelga general del 29 de marzo cuando el PP se opuso abiertamente a la que convocaron los sindicatos al expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero en septiembre de 2010.

Así lo ha señalado Rajoy en la sesión de control al Gobierno en el Senado en respuesta a la pregunta del senador socialista Marcelino Iglesias sobre si el Gobierno se replanteará la reforma laboral tras la huelga general de marzo.

El jefe del Ejecutivo ha recordado a Iglesias que el PSOE dijo que no convocaba la huelga pero que sí participaría de forma individual y que estudiaría la manera de que los senadores renunciaran a la parte proporcional de su retribución para secundar el paro.

"No sé si lo han hecho ya", ha ironizado Rajoy, tras pedir un poco de "seriedad" a la oposición porque es "muy difícil" llegar a acuerdos con el PSOE, un partido que recibió el apoyo del PP en los momentos de "extrema dificultad" del mes de agosto para reformar la Constitución y que ahora no apoya la Ley de Estabilidad.

Rajoy ha pedido a Iglesias que no actúe como si no hubiera sido Gobierno y le ha recordado que el Partido Socialista hizo dos reformas laborales sin el acuerdo con los agentes sociales que le acabaron costando una huelga general.

Para Rajoy, la diferencia es que en 2010 el PP no apoyó la huelga por el perjuicio "sin remedio" que suponía para la economía española y por el efecto "especialmente contraproducente" para la imagen de España.

"Ustedes no lo hicieron, lo que no tiene ningún sentido, no le va a dar ningún voto", ha señalado Rajoy, quien ha defendido la reforma laboral, que contó con el apoyo de 197 diputados en el Congreso.

Según Rajoy, el cambio normativo es un "instrumento decisivo" para la creación de empleo, en línea con las reformas que han llevado a cabo otros países y que persigue unos objetivos "muy claros".

DISPUESTO A DEBATIR Y DIALOGAR.

De hecho, ha asegurado que el Gobierno está dispuesto a debatir y dialogar en las Cortes partes de la reforma, pero ha insistido en que los compromisos son "irrenunciables". "No quiero engañar a nadie", ha dicho.

Además, ha recordado que el PP presentó 71 enmiendas a la reforma laboral del PSOE y que no se aceptó ninguna. "Yo haré lo posible e imposible para aceptar las sugerencias de su grupo que sirvan para mejorar el proyecto", ha indicado, tras asegurar que escuchará con "mucha atención" las aportaciones que puedan ser positivas.

Con todo, ha confiado en que la reforma, aunque no tenga efectos en "24 horas", sirva para crear empleo en cuanto la actividad comience a moverse, ya que las dos que hizo el PSOE solo han servido para que el PP haya tenido que hacer otra reforma al llegar al poder.

Por su parte, Iglesias ha asegurado que la reforma laboral "no sirve para nada", solo abarata el despido y desmonta la tradición del diálogo y entendimiento que existe en España desde hace 30 años. "¿No cree que después de la huelga y con la que está cayendo en la economía y los mercados es el momento oportuno para reunirse con empresarios, sindicatos y grupos para intentar una aproximación?", ha preguntado.

LA SANIDAD, UNA LÍNEA ROJA PARA EL PSOE.

Además, ha cargado contra el Gobierno por la reforma que pretende hacer en sanidad y educación cuando en campaña dijo que no tocarían estas partidas. Según Iglesias, estos recortes son "líneas rojas" que no habría que traspasar "en ningún caso".

Finalmente, ha recordado a Rajoy que ganó las elecciones prometiendo cosas que al final no ha cumplido, ya que el PP apostaba por bajar impuestos y decía que solo se recuperaría la confianza con el cambio de Gobierno. "Cien días después hemos visto que el cambio de Gobierno no era la panacea para ganar la confianza de los mercados", ha sentenciado.