MADRID, 24 Oct. (EUROPA PRESS) -
Sólo una de cada cuatro pequeñas y medianas empresas (pymes) conoce el sistema de bonificaciones en las cuotas a la Seguridad Social del que puede beneficiarse por emprender acciones de formación, y únicamente una de cada ocho sabe a cuánto asciende su crédito para el ejercicio 2006 en materia de formación.
Así lo revela el estudio 'El acceso de las pequeñas y medianas empresas a la formación continua', presentado hoy por la Confederación de la Pequeña y Mediana Empresa (Cepyme) y realizado por un grupo de expertos.
El informe constata que más del 40% de las pymes participaron en acciones formativas en 2004 y 2005. Durante el ejercicio pasado se incrementó el número de trabajadores que participaron en acciones formativas, de forma que una de cada cuatro empresas envió más trabajadores a formarse.
En este informe se analizan aquellas experiencias exitosas de las pymes en materia de formación continua, se detectan las circunstancias en las que se lleva a cabo esta formación y se plantean sugerencias que puedan contribuir a mejorar el acceso de las pymes a la misma.
Entre los resultados del estudio destaca el hecho de que en nueve de cada diez empresas la iniciativa de participar en los cursos de formación ha partido del propio empresario.
El 90% de los responsables de formación encuestados se encuentran satisfechos en relación con la preparación del profesorado, la duración del curso, la adaptación de los contenidos a sus necesidades, la aplicación al puesto de trabajo de los conocimientos adquiridos y el procedimiento administrativo para acceder al curso.
Los aspectos que producen mayores niveles de insatisfacción se refieren a los horarios, la ubicación de los centros formativos y la información existente sobre los cursos ofertados.
LA FORMACIÓN, "UN VALOR AÑADIDO".
Entre las barreras de acceso a la formación en las pymes destacan, entre otras, la inexistencia de personal para sustituir a la persona que acude a formarse, la duración excesiva de los cursos, la baja especialización de los mismos, el hecho de que la formación se imparta dentro del horario laboral y el desconocimiento del procedimiento para acceder a la financiación de los cursos.
Los expertos que han participado en el estudio consideran que todas las barreras a las que se hace mención pueden superarse si se entiende la formación continua como un valor añadido a la carrera profesional de cada empleado y un 'plus' de calidad para la empresa.
Los autores de este estudio destacan la necesidad de concienciar a las empresas de la importancia de la formación y de otorgar apoyo económico a las empresas de menos de diez trabajadores para que puedan acceder a la formación.
Asimismo, proponen que cada empresa tenga su propio plan de formación y que, en las empresas medidas, exista al menos una persona dedicada a tiempo completo a organizar las tareas formativas. En este sentido, en el informe se expone que sólo una de cada cinco empresas dispone de un responsable de formación y no siempre dedicado a esta tarea de manera exclusiva.
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