Economía.- Trabajadores griegos paralizan el metro de Atenas durante una huelga contra las medidas de austeridad

Actualizado: martes, 17 enero 2012 14:38


ATENAS, 17 Ene. (Reuters/EP) -

Los trabajadores griegos que han participado este martes en la huelga convocada para protestar por las medidas de austeridad impuestas por el Gobierno han paralizado el metro de Atenas y han obligado a los ferris a permanecer en los puertos.

A Atenas han llegado representantes de la Unión Europea, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Central Europeo (BCE) para analizar las cuentas del Estado. Los acreedores de Grecia del sector privado advirtieron este lunes de que el Gobierno debe hacer que avancen las negociaciones con esos tres organismos para reducir la deuda pública y evitar la bancarrota.

Miles de ciudadanos se han dirigido al Parlamento con pancartas en las que se podían leer mensajes como "UE, FMI, ¡fuera!". La UE, el FMI y el BCE están intentando preparar un paquete de rescate de 130.000 millones de euros para Grecia.

Pero los griegos, ahogados por las subidas de impuestos y los recortes que se aprobaron para poder recibir el primer rescate, acordado en 2010, dicen que no pueden apretarse más el cinturón. "Queremos que se larguen. Están llevando al país a la quiebra con esas medidas, están vendiendo Grecia", ha declarado Yannis Tsalimoglou, un estibador de 51 años.

Grecia ha entrado en su quinto año de recesión económica, provocada por las medidas de austeridad, y la tasa de paro alcanzó el 17,7 por ciento en el último trimestre de 2011. El primer ministro, el tecnócrata Lucas Papademos, ha dicho que hará lo que sea necesario para evitar la quiebra del Estado.

"Debemos resistir", ha afirmado Evgenia Panagiou, una mujer de 52 años que no cobra su sueldo desde octubre. "¿Por qué nos están haciendo esto? No es nuestra culpa. Ellos (los políticos) devoraron el dinero y conservan sus grandes sueldos", ha denunciado.

La inspección de la UE y el FMI está estrechamente relacionada con los esfuerzos de Grecia por llegar a un acuerdo con los bancos para reducir su deuda, que supera los 350.000 millones de euros, en 100 millones. Los dos organismos han advertido de que si no se logra ese acuerdo, en virtud del cual los acreedores renunciarían voluntariamente a cobrar una gran parte de lo que se les debe, considerarán que la deuda de Atenas no es sostenible y no darán más ayudas.

Pero el viernes pasado fracasaron las conversaciones sobre el tipo de interés de los nuevos bonos que ofrecerá Grecia y el plan para las pérdidas de los inversores. Las negociaciones han quedado suspendidas hasta el miércoles y Atenas ha enviado representantes a Washington para que mantengan consultas con el FMI y los acreedores privados.