Gescartera.- (Ampliación) Gescartera intentó 'maquillar' 2,4 millones de euros de comisiones como pérdidas de clientes

Actualizado: martes, 2 octubre 2007 16:56

MADRID, 2 Oct. (EUROPA PRESS) -

Gescartera intentó asignar, entre diciembre de 1999 y marzo de 2001, alrededor de 2,4 millones de euros de comisiones como pérdidas de las inversiones de los clientes. Unos clientes que, según sospecha la Fiscalía, eran falsos y formaban una red de testaferros constituida con la finalidad de justificar ante la CNMV y la Agencia Tributaria que las cuentas "cuadraban", según explicó la persona que se encargó de elaborar los listados de asignaciones, el trabajador de la red comercial Agustín Fernández Ameneiro.

Según afirmó Ameneiro durante el interrogatorio del fiscal en la séptima jornada del juicio oral por el 'caso Gescartera', él sólo "transcribió mecanográficamente" los listados de los clientes a los que se asignaron pérdidas y negó tener conocimiento de la existencia de una operativa de testaferros en Gescartera.

El fiscal mostró al acusado el documento incautado en su ordenador, elaborado en diciembre de 1999, en el que figuraba un listado de titulares bajo la denominación 'Agrupación Rodríguez Gil' con una aportación inicial, depositada en diciembre de 1999, a la que se asignaban pérdidas por presuntas comisiones tres meses después por valor de alrededor de 1,2 millones de euros.

Ameneiro también elaboró una lista similar bajo el nombre 'Agrupación Carlos Ortín Barrón' proporcionada por el acusado Carlos Ortín Barrón y cuyos clientes percibieron más de un millón de euros que no guardan relación con las inversiones reflejadas en sus fichas de clientes.

Asimismo, negó conocer que esta operatividad estaba destinada a establecer testaferros que asumieran las pérdidas provocadas por las operaciones "intradía", según mantiene el fiscal. Estos clientes sólo recibían ganancias en la fecha de cancelación de las cuentas.

La Fiscalía pide para él seis años de cárcel por presunta apropiación indebida. Fernández se encargaba de elaborar un estudio de asesoramiento a los clientes, liquidaba las comisiones de los comerciales en función de los baremos y efectuaba labores de asesoramiento fiscal. La Fiscalía consideró que su actuación fue "determinante" porque se encargaba de la liquidación de las operaciones efectuadas a nombre de los testaferros cuya identidad aportaba el acusado y asesor fiscal externo de Gescartera, Julio Rodríguez Gil.

DEMOSTRAR QUE LAS CUENTAS CUADRABAN.

Ameneiro explicó que le ordenaron transcribir una carta que, según le dijeron, estaba destinada a que el cliente firmara su "conformidad" por las pérdidas. "El texto me llegó hecho y las cifras me las dio el departamento de administración y gestión", apuntó. Según le explicaron, la finalidad última de la elaboración de dichos documentos era aportarlos ante la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) para demostrar que las cuentas "cuadraban". Ameneiro declaró que él "no volvió" a saber nada de los listados ni trató "nunca" con ninguno de los clientes que allí figuraban.

"Eran clientes con transcendencia tributaria y que dependían de Rodríguez Gil", apuntó. El acusado explicó que fue Antonio Camacho el que le entregó un listado con los nombres, los números del Documento Nacional de Identidad y las firmas de los clientes atribuidos a Rodríguez Gil. El acusado concluyó que nunca fue "consciente" de que estuviera colaborando con la presunta operatividad de apropiación de fondos de los clientes de Gescartera.

Antes de finalizar, el fiscal le preguntó sobre la constitución de la SICAV en Luxemburgo que Camacho estaba tramitando cuando se produjo la intervención del 14 de junio de 2001. Ameneiro fue el encargado de realizar un informe sobre legislación aplicable y operatividad de las SICAV que entregó a Camacho y que fue encontrado en su ordenador. El acusado admitió haber realizado dicho informe y saber que los fondos de los clientes "debían llegar allí".

"Lo único que hice fue rellenar una hoja", puntualizó. El imputado explicó que una vez intervenida la agencia de valores, tuvo que atender a los inspectores de la CNMV porque, según le dijeron, la persona que debía hacerlo "no pudo acudir". Lo comisionados le requirieron para que diera una explicación sobre la asignación de pérdidas y su finalidad última.