MADRID, 8 Jun. (EUROPA PRESS) -
El gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, advierte de que la prolongación del "severo bloqueo" que sufre la economía española para obtener financiación en el exterior puede ser "extremadamente perniciosa" en el medio plazo.
Así lo señala Fernández Ordóñez en su discurso ante el Consejo de Gobierno del Banco de España, donde ha presentado el informe anual de la entidad antes de abandonar el puesto que ocupa este mismo domingo en el que le sustituirá Luis Linde.
Fernández Ordóñez recuerda que el país se encuentra en esta situación a pesar de que las autoridades españolas han desarrollado reformas de calado con el fin de resolver las ineficiencias en su funcionamiento económico, corregir el grave deterioro de las finanzas públicas y sanear y reestructurar el sistema financiero para restaurar los flujos de financiación.
Esto es así, según el gobernador, porque el episodio más reciente de la crisis de deuda soberana está teniendo consecuencias "muy severas" sobre los agentes y sobre las condiciones de financiación de la economía, lo que le sitúa en una posición de "extrema vulnerabilidad".
A esto se añade que España vuelve a estar en recesión, que las perspectivas de recuperación no son inmediatas y que la "prolongada debilidad cíclica" impide avanzar "más rápidamente" en el saneamiento de las cuentas públicas y en la reducción del endeudamiento del sector privado, al tiempo que arroja dudas sobre la capacidad de resistencia del sistema financiero.
En este contexto, el aún gobernador dice que los retos a los que se enfrenta la economía española son "enormes," y advierte de que la resolución de estos problemas está suponiendo más tiempo del previsto, lo que no debe llevar a incurrir en una "fatiga reformista".
A su parecer, es "preciso" perseverar en las acciones de política económica ya emprendidas para recuperar niveles de competitividad necesarios, asegurar un funcionamiento "armonioso" de la Unión Económica y Monetaria (UEM), restaurar los caudales de financiación y culminar la corrección de los desequilibrios.
"Estos requisitos se han de cumplir para que la economía empiece a generar empleo y crecer", ha dicho, tras explicar que la necesidad de reducir los niveles de endeudamiento y las exigencias de consolidación fiscal seguirán limitando las necesidades de expansión del gasto interno, por lo que la recuperación deberá bascular en torno a la demanda exterior neta.
Simultáneamente, Fernández Ordóñez resalta la necesidad de revertir la dinámica del endeudamiento externo, lo que requiere seguir avanzando en el logro de una posición más equilibrada en los intercambios con el exterior, superando los obstáculos que suponen el elevado componente de las rentas de inversión y la dependencia de las importaciones energéticas.
Así, asegura que la competitividad juega un papel determinante para que la demanda externa supla la falta de soporte de la demanda interna y para estimular el crecimiento por el lado de la oferta, que en las circunstancias actuales constituye la única vía disponible.
Según Fernández Ordóñez, para superar la crisis se necesita una política económica con una orientación de medio plazo que permita culminar la corrección de los desequilibrios, avanzar en el saneamiento de todos los sectores y abordar las reformas pendientes.
LA CONSOLIDACIÓN FISCAL, "INELUDIBLE"
Además, asegura que la consolidación fiscal es "ineludible" para restaurar el crecimiento a medio plazo, a pesar de que la magnitud y la pauta temporal del ajuste exigido tengan "efectos negativos a corto plazo". "Es la única estrategia disponible para recupera la confianza de los mercados", ha dicho.
En cuanto a la resolución de la crisis soberana en Europa, Fernández Ordóñez resalta la necesidad de encontrar el equilibrio entre crecimiento y reducción del déficit con un nuevo paquete de crecimiento que se una al paquete fiscal.
"La resolución de la crisis soberana en Europa requiere avances importantes en diferentes campos", indica Fernández Ordóñez, quien ve "esencial" culminar la reforma en marcha de la gobernanza europea y ponerla en práctica, incluyendo la entrada en "pleno funcionamiento" del mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE).
MÁS CESIÓN DE SOBERANÍA
Con una perspectiva más a medio plazo, ve "necesaria" una "reflexión profunda" sobre la Unión Económica y Monetaria de cara a los próximos diez años porque la crisis ha puesto de manifiesto las vulnerabilidades que pueden emerger en una unión sin políticas fiscales y financieras comunes, por lo que cree que "merece la pena considerar una mayor cesión de soberanía en estos ámbitos".
El todavía gobernador valora las medidas puestas en marcha en Europa hasta ahora (medidas nacionales, gobernanza y acción del BCE) porque resultaron "esenciales" para contener el agravamiento de las tensiones, que podría haber derivado en una crisis sistémica de consecuencias difíciles de prever.
Sin embargo, señala que no suponen una solución definitiva, sino que simplemente permitieron ganar un tiempo "muy valioso" para que los gobiernos continuaran avanzando en la resolución de los retos pendientes y para que las medidas adoptadas dieran sus frutos.
