Economía/Consumo.- Facua dice que es un "chantaje psicológico" responsabilizar a los consumidores del aumento del paro

Actualizado: miércoles, 21 enero 2009 21:08

MADRID, 21 Ene. (EUROPA PRESS) -

El portavoz de Facua-Consumidores en Acción, Rubén Sánchez, afirmó hoy, en referencia a las declaraciones del ministro de Industria, Miguel Sebastián, sobre la importancia de consumir productos españoles para combatir el desempleo, que es un "auténtico chantaje psicológico responsabilizar a los consumidores del aumento del paro si se retrotraen en el consumo o apuestan por productos o servicios de empresas no españolas".

En declaraciones a Europa Press, Sánchez consideró que las palabras de Sebastián son "razonables y lógicas" teniendo en cuenta de quien proceden, no obstante no tienen que ser la prioridad de los consumidores, puesto que lo que tienen que hacer es "moderar el gasto si están endeudados", una práctica que no coincide con el discurso del Gobierno, que aboga por "mantener los niveles de consumo".

Asimismo, el portavoz de Facua expuso que, a la hora de comprar un producto, los ciudadanos lo primero que tienen que hacer es valorar si el precio es abusivo o no, y después si quieren adquirirlo a una empresa española.

En este punto, subrayó que en algunos sectores, como el lácteo o el de telefonía, las empresas extranjeras ofertan productos y servicios más baratos que las españolas.

"¿Qué es más importante que la empresa sea española o que, a pesar de ser extranjera, cree puestos de trabajo en España?", se preguntó.

En un desayuno con la Asociación de Periodistas de Información Económica (Apie), el ministro de Industria, Miguel Sebastián, pidió que cada ciudadano sustituya el consumo de 150 euros de productos extranjeros por el de productos fabricados en España para evitar la destrucción de 120.000 empleos.

Sebastián explicó que durante 2009 el consumo caerá en torno al 1,5%, lo que equivale a perder cerca de 7.000 millones de euros, y que si este descenso correspondiese enteramente a productos españoles la destrucción de empleo rondaría los 120.000 puestos de trabajo.