MADRID, 4 Jun. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno defiende las previsiones macroeconómicas que realiza el Banco de España y justifica los desfases que se han verificado en el último ejercicio en la fecha de presentación de las mismas, a principios de 2012, y en los cambios en el entorno económico y financiero y las acciones políticas "no previstas" que se produjeron a lo largo del ejercicio.
Así lo señala en respuesta al diputado de la Izquierda Plural (IU-ICV-CHA) por Asturias, Gaspar Llamazares, quien en una pregunta parlamentaria ponía en tela de juicio las previsiones de crecimiento y empleo que el Banco de España presentó el pasado mes de marzo para 2014 y 2015 y dudaba de su "fiabilidad" por las diferencias observadas en el año anterior.
"¿Qué medidas ha adoptado el Banco de España para salir de la cola en que le sitúa ESADE en cuanto a la falta de fiabilidad de sus previsiones económicas? ¿En qué basa el Banco de España sus previsiones de crecimiento para 2014 y 2015, incluso más optimistas que las del propio Gobierno, con el riesgo de convertirse en la voz de su amo y no en un organismo de previsión solvente e independiente?", preguntaba Llamazares, que además quería saber si "en caso de fracaso del escenario" que plantea el supervisor se cambiará la dirección del departamento correspondiente.
COMO EL FMI O LA COMISIÓN
En su respuesta, que recoge Europa Press, el Ejecutivo recuerda que "las proyecciones macroeconómicas que realizan las distintas instituciones, incluido el propio Banco de España, están sometidas a procesos de revisión", cuya magnitud depende de factores como "el desfase temporal entre el momento en que se realizan y la disponibilidad de los datos definitivos, los cambios en el entorno macroeconómico y financiero durante ese periodo, o las acciones de política económica no previstas que se puedan instrumentar".
Así, el Ejecutivo asegura que si la Diana que ESADE publicó en febrero de este año situó al Banco de España a la cola de fiabilidad en sus proyecciones fue porque comparó previsiones de diferentes instituciones "sin tener en cuenta el momento preciso en que se efectuaron".
Esto actuó en perjuicio del organismo que dirige Luis María Linde, que presentó sus previsiones en enero de 2012, frente a la mayor parte de instituciones, que efectuaron sus cálculos entre octubre y noviembre. Unos meses "pagados de desarrollos no previstos" en materia de financiación, confianza en el euro o medidas fiscales que tuvieron "repercusiones de gran profundidad".
Es más, si se analizan las proyecciones presentadas por entidades privadas "el tamaño del error medio sobre el crecimiento del PIB en 2013 era significativamente más elevado a comienzos del año 2012 que a finales del mismo", insiste. Asimismo, se recuerda que en todos los casos "las proyecciones tienden a revisarse en la misma dirección".
De hecho, continúa el Gobierno, "en el último informe de proyecciones del Banco de España se presenta la evidencia de la sensible reducción de las diferencias en los errores de previsión entre instituciones cuando la comparación se realiza sobre la base de previsiones coetáneas", y además el margen de error de los datos que presentó el Banco de España en enero de 2013 fue "similar" con el de, por ejemplo, el Fondo Monetario Internacional (FMI) o la Comisión Europea (CE).
ES UN ENTE AUTÓNOMO
Con respecto a la posibilidad de tomar medidas en el organismo supervisor en caso de que vuelva a fallar en sus proyecciones, el Gobierno afirma que "no existen razones que puedan cuestionar la calidad e independencia de los equipos profesionales responsables de las proyecciones económicas del Banco de España".
Además, recuerda que tanto la ley de Autonomía del Banco de España como el Tratado de Funcionamiento de la UE "garantizan la plena independencia de los órganos rectores del Banco de España en la gestión de sus equipos profesionales con criterios de excelencia e independencia".
Finalmente, en relación con las previsiones presentadas en marzo para 2014 y 2015, se señala que se basaron en unos supuestos de evolución del entorno exterior, la financiación o la política económica "más favorables para la recuperación" que el que había en la primavera pasada, cuando se presentaron las anteriores cifras, por lo que cualquier diferencia debería ser inferior a la del pasado ejercicio.
En enero de 2012 el Banco de España se desvió en 1,4 puntos en sus previsiones sobre el PIB español, que finalmente cayó un 1,2% frente a la proyección de crecimiento del 0,2%, mientras que el desfase en materia de paro fue de 2,7 puntos, al situarse a finales del año pasado en el 26,01% según la Encuesta de Población Activa (EPA), frente al poco más de 23% que pronosticó el organismo que dirige Linde.
Según las previsiones publicadas el pasado mes de marzo, el supervisor espera que la economía crezca un 1,2% y un 1,7% en 2014 y 2015, frente al 1% y 1,5% que el Ejecutivo vaticinaba en aquél momento, si bien tras las últimas revisiones el dato oficial del Ministerio de Economía se ha elevado al 1,2% para este año y al 1,8% para el próximo, mucho más cercanos a los del Banco de España.
