Descarta que el actual Gobierno vaya a aprobar nuevos ajustes
MADRID, 27 Sep. (EUROPA PRESS) -
El ministro de Fomento y portavoz del Gobierno, José Blanco, sugirió hoy al Gobierno y al presidente que salga de las próximas elecciones generales que articule impuestos sobre la riqueza y a la banca.
Durante su intervención en los Desayunos Informativos de Europa Press, Blanco incluyó una "necesaria" reforma fiscal entre las tareas que, en su opinión, debe acometer el Ejecutivo que salga de las urnas para "mantener la estabilidad presupuestaria sin dinamitar el Estado de bienestar".
"El próximo presidente del Gobierno tiene que tener algo más que una agenda de la austeridad. Tiene que tener una agenda del crecimiento", indicó. "Y tiene también que decir qué Estado del Bienestar ambiciona y cómo piensa financiarlo", añadió.
En este sentido, el ministro portavoz abogó por una reforma fiscal "que no signifique una subida generalizada de impuestos", sino "subirlos a algunos y bajarlos a otros". "Estamos hablando por ejemplo de impuestos sobre la riqueza, a la banca o incentivos fiscales a emprendedores", explicó.
En su opinión, esta reforma debe dar lugar a un sistema "más justo", para las personas (entre ricos y pobres) y las empresas (grandes y pequeñas), que ataque al fraude y garantice la estabilidad en la recaudación.
"Nuestro sistema fiscal determina nuestra ambición de país. Si queremos ser un país cohesionado y con unos servicios públicos que faciliten el desarrollo de proyectos vitales para la población o si queremos un país que cada vez achique más el espacio de la clase media", advirtió.
"AUSTERIDAD INTELIGENTE".
En este punto, llamó a realizar una política de "austeridad inteligente", que "evite que dos administraciones realicen el mismo servicio, que acometa ajustes en ámbitos que no sean prioritarios y que mantenga los recursos necesarios para preservar y reforzar la cohesión social".
Además del Estado del Bienestar, el crecimiento económico constituye el otro gran reto que, según enumeró Blanco, tendrá que abordar el nuevo presidente del Gobierno. "Y la educación es una política económica de primer orden", alertó.
"Cuando se señala que la educación pública o la sanidad no son sostenibles, no solo ponemos en riesgo la base de nuestra cohesión social, sino nuestro crecimiento económico del futuro", subrayó.
Entre la lista de tareas para el nuevo presidente, Blanco fijó además la necesidad de promover la creación de empresas, de "consolidar" el cambio del modelo productivo, de intensificar la capacidad de liderazgo en Europa y de "restablecer la pertinencia y la prevalencia del interés general". "La burbuja más dañina es la que predica que los mercados se autorregulan y que la política es un estorbo", aseguró.
NO MÁS RECORTES.
En cuanto a las semanas que restan al actual Gobierno, el titular de Fomento destacó que el Ejecutivo vaya a aprobar nuevas medidas de ajuste o que tenga preparado un Decreto por si fracasan las negociaciones de la 'troika' (BCE, FMI y Banco Central) con Grecia. También negó nuevos recortes a los pensionistas y los funcionarios.
"El Gobierno ha hecho su tarea y, aunque no podemos echar las campanas al vuelo, hay indicadores que alientan a la esperanza y vemos que España ya no es el foco de atención", declaró Blanco. "Sin que hayan desaparecido los problemas y aunque se mantienen las dificultades, estamos en mejores condiciones para afrontar los desafíos a los que nos enfrentamos como país", añadió.
El ministro aseguró no obstante compartir la opinión del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, cuando "señala a la UE como elemento de inestabilidad por su lentitud a la hora de tomar decisiones". "Nos hubiera gustado que tuviera más gobernanza y más determinación, porque la lentitud genera desconfianza e incertidumbre, pero es el ritmo de Europa", apuntó.
Blanco realizó también un "breve balance" de la última Legislatura, en el que "con autocrítica", reconoció que "a ningún Gobierno le puede dejar satisfecho una tasa de paro como la que asume España, especialmente de paro juvenil".
De igual forma, asumió que el Ejecutivo "no ha hecho lo suficiente para pinchar la burbuja", si bien reconoce que "no hay un Gobierno en el mundo que se ponga a frenar una inercia económica de crecimiento del 3%, que genera superávit presupuestario y que lidera la creación de empleo".
