Economía/Macro.- (Ampliación) El déficit comercial de EEUU se reduce un 9% en febrero, hasta 86.890 millones

Actualizado: viernes, 13 abril 2007 17:39

El déficit con China cae un 13% con respecto a enero

WASHINGTON, 13 Abr. (EUROPA PRESS) -

El déficit comercial de Estados Unidos acumulado hasta febrero se situó en 117.313 millones de dólares (86.890 millones de euros), un 9% menos que el desajuste registrado en los dos primeros meses de 2006, anunció hoy el Departamento de Comercio norteamericano.

Este resultado se produce después de que en febrero el déficit se situara en 58.436 millones de dólares (43.285 millones de euros), lo que supone un 0,6% menos que en enero y el segundo mes consecutivo de reducción del desajuste.

Además, el resultado de febrero es un 7,1% inferior al del mismo mes de 2006. En los últimos dieciocho meses, sólo en cuatro ocasiones la balanza comercial ha registrado un déficit inferior a los 60.000 millones de dólares negativos.

La reducción del déficit coincidió con un descenso en la actividad comercial internacional. Las exportaciones equivalieron a 124.000 millones de dólares (91.800 millones de euros), un 2,2% menos que en el mes anterior, mientras que las importaciones se situaron en 182.500 millones de dólares (134.000 millones de euros), un 2% menos.

El déficit de bienes se redujo un 1%, hasta 64.500 millones de dólares (47.700 millones de euros), mientras que la cuenta de servicios continuó en superávit, pese a descender casi un 5%, hasta 6.000 millones de dólares (4.400 millones de euros).

El fuerte déficit comercial es una de las principales preocupaciones económicas para las autoridades de Estados Unidos y se debe en buena medida a la emergencia de los productos chinos y a la dependencia del país de recursos petrolíferos.

El año pasado, el país volvió a superar su propio récord al registrar un déficit anual de 765.267 millones de dólares (566.800 millones de euros), lo que supone un incremento del 6,8% con respecto al dato de 2005.

La reducción del déficit en febrero se explica a partir del descenso en las exportaciones de bienes manufacturados, maquinaria industrial, aviones civiles y ordenadores, acompañado de una reducción mayor aún en las importaciones de crudo.

MENOR DÉFICIT CON CHINA.

Otro de los factores que explican la reducción del desajuste es el descenso en el déficit comercial con China, que se sitúa en su nivel más bajo en nueve meses y que coincide con la presentación de nuevas demandas por parte de Washington ante la Organización Mundial de Comercio (OMC) por la vulneración de la propiedad intelectual en el país asiático.

El déficit con China se situó en febrero en 18.400 millones de dólares (13.660 millones de euros), un 13% menos que en el mes anterior, después de que se produjera un aumento de las exportaciones y un descenso en las importaciones.

Aún así, el déficit con China hasta febrero supera en un 25% al marcado en el mismo periodo en 2006. Durante el ejercicio anterior, el desajuste con el país asiático alcanzó el récord de 232.500 millones de dólares (172.640 millones de euros).

La Administración Bush recibe una presión creciente por parte del Congreso norteamericano, controlado por los demócratas, que exige al Ejecutivo que adopte medidas que permitan contener el déficit con China.

PRECIOS MAYORISTAS.

Por otro lado, el Departamento de Trabajo norteamericano difundió hoy los datos de precios mayoristas correspondientes a marzo, en los que se aprecia un incremento del 1% provocado por el encarecimiento de la gasolina y de los alimentos.

Este incremento, que mide el precio de los productos antes de su venta al consumidor, se produce tras el aumento del 1,3% registrado en febrero.

La Reseva Federal (Fed) presta una atención especial a la evolución de los precios tanto en la venta final como a nivel mayorista, e insiste en la necesidad de contener la inflación subyacente, que excluye energía y alimentos.

Los tipos de interés en Estados Unidos se encuentran en la actualidad en el 5,25%, y la Fed lleva ocho meses sin modificar el precio del dinero, en un momento marcado por la ralentización del mercado de la vivienda.