Economía/Macro.- La ausencia de un diputado del PSOE sembró de incertidumbre la votación de la financiación autonómica

MADRID 12 Nov. (EUROPA PRESS) -

La ausencia de un diputado del PSOE, el secretario primero del Congreso, Javier Barrero, sembró esta mañana de incertidumbre la votación de la financiación autonómica en el Pleno del Congreso, que al tener rango orgánico necesitaba el apoyo de 176 diputados y el PSOE sólo contaba con 177. Cualquier ausencia o error ponía en peligro que la norma saliera adelante.

Al inicio de la votación, el portavoz del Grupo Socialista en la Cámara Baja, José Antonio Alonso, se acercó a la Mesa de la Presidencia para pedir a José Bono tiempo al darse cuenta de que le faltaba un diputado en sus filas, el parlamentario onubense Javier Barrero. Su asiento en la Mesa del Congreso hacía evidente su ausencia.

No obstante, su homóloga del PP, Soraya Sáenz de Santamaría, hizo lo propio para comentar a Bono que la votación tenía que comenzar. Enseguida, el presidente del Congreso ordenó el inicio de la votación.

Preguntado después por la ausencia de su diputado, Alonso admitió haber vivido un instante de "relativa emoción" porque el PSOE tenía 177 votos acreditados y le faltaba un parlamentario. "No sabemos lo que ha pasado, pero (Barrero) no estaba dentro del hemiciclo", manifestó el portavoz socialista, quien aseguró que la dirección del grupo escuchará primero al diputado antes de tomar cualquier medida disciplinaria.

GASTROENTERITIS.

"Pediremos información a ver lo que ha pasado. No vamos a presumir nada. A ver si es que se ha desmayado o le ha dado algo", sostuvo Alonso, quien, sin embargo, se congratuló de que la disciplina del grupo haya permitido sacar adelante una ley "muy importante".

En el entorno de Barrero aseguran que el diputado llegó al Congreso a primera hora de la mañana, como todos los días, y que, después de desayunar, empezó a sentirse mal hasta el punto que sufrió una bajada de tensión y síntomas de gastroenteritis, por lo que tuvo que ser atendido por los servicios médicos de la Cámara.

Ello provocó que Barrero llegara tarde a la votación y se encontrase que las puertas del hemiciclo estaban cerradas. Después habló con su portavoz para informarle de lo ocurrido.