BRUSELAS, 21 Feb. (EUROPA PRESS) -
La Comisión Europea recortó hoy una décima la previsión de crecimiento de España en 2006 y la situó en el 3,1% del producto interior bruto (PIB), frente al 3,2% que había pronosticado el pasado noviembre. Asimismo, revisó dos décimas al alza el pronóstico de inflación, hasta el 3,5%, lo que aumentará todavía más el diferencial de precios con la zona euro, según las previsiones económicas intermedias hechas públicas hoy por el Ejecutivo comunitario.
Bruselas espera que el crecimiento económico en 2006 sea del 2,2% del producto interior bruto (PIB) en la UE y del 1,9% en la zona euro, cifras muy superiores al 1,5% y 1,3% que se registraron en 2005. Estas cifras suponen una revisión al alza de una décima en el caso de la UE respecto a las previsiones de otoño de Bruselas, mientras que para la eurozona el pronóstico se mantiene sin cambios. La inflación será para las dos áreas del 2,2%.
Las previsiones recuerdan que el crecimiento del PIB en España aumento de ritmo hasta el 0,9% en el último cuatrimestre de 2005, contribuyendo a un crecimiento anual del 3,4%. En 2006, la actividad económica "se desacelerará" hasta el 3,1%. Los principales factores que lo explican son el inesperado aumento del paro en el cuarto trimestre, y la reciente caída en los indicadores de confianza empresarial y de los consumidores.
El crecimiento está impulsado de forma predominante por una "demanda doméstica boyante". Por otro lado, las exportaciones se debilitarán aún más por "la continuada erosión de la competitividad en los costes como consecuencia del elevado diferencial de inflación entre España y la eurozona".
El Ejecutivo comunitario recuerda que la inflación aumentó un 3,4% en 2005, por debajo del 3,6% que había pronosticado en noviembre. No obstante, esta cifra "supone una ampliación del diferencial de inflación respecto a la eurozona". Parte de este diferencial se explica, según Bruselas, por el fuerte crecimiento, aunque otra parte es el resultado de "rigideces estructurales": la competencia "insuficiente" en algunos sectores y la falta de flexibilidad en el mercado laboral.
Por todo ello, se revisa al alza la previsión de inflación hasta el 3,5% en 2006 frente al 3,3 que Bruselas había pronosticado en diciembre. Aunque el crecimiento será ligeramente inferior al previsto, este incremento refleja la "suposición" que parte del efecto de los elevados precios del petróleo pasará al IPC.