BILBAO, 18 Ene. (EUROPA PRESS) -
La Confederación Empresarial Vasca (Confebask) afirmó hoy que la inflación se está convirtiendo en un "grave problema" para la competitividad de la economía y advirtió de los "importantes riesgos" desde el punto de vista del crecimiento, empleo y la supervivencia de empresas si no se aplican medidas urgentes. Asimismo, apostó por una ligazón de las políticas salariales a la situación de las empresas, sin una traslación mimética del IPC".
En un comunicado de prensa, la patronal señaló que está será, "junto a otras, una de las cuestiones que más determine las posibilidades de mantener a futuro el dinamismo económico y lo que a él se asocia en términos de desarrollo, bienestar e inversión".
Confebask indicó que el "fuerte" aumento de los precios resulta "especialmente preocupante" ya que, no sólo evidencia un "insuficiente" control de esta variable, sino que encarece los productos dificultando su venta en los mercados internacionales y, además, "resta" recursos para políticas de inversión y modernización de las empresas y supone un "lastre" para la generación de empleo.
La patronal vasca afirmó que todo ello se da, además, en un momento en el que las empresas cuentan con "escasa capacidad de maniobra para asumir nuevas mermas competitivas", al estar ya sometidas a un "continuo incremento" en el precio de otros elementos básicos como la energía, las materias primas industriales o los costes laborales. Asimismo, recordó la inexistencia de elementos correctores que "como el tipo de cambio permitieron en épocas pasadas restaurar la pérdida de posiciones competitivas".
Confebask añadió que en los últimos cinco años se ha duplicado el diferencial de precios que se mantiene con el resto de los países europeos del euro lo que, al margen de factores coyunturales como la carestía del petróleo que "también han sufrido otros países", indicaría, a su juicio, la existencia de otros problemas propios de la economía española "sobre los que actuar".
La patronal vasca indicó que es necesario tener en cuenta el efecto que, sobre la inflación, están teniendo los costes laborales. "En un entorno de moneda única la pérdida de competitividad derivada de un diferencial de inflación creciente respecto al resto de los países europeos sólo puede ser recuperada mediante un incremento de la productividad. Es necesaria una progresiva ligazón de las políticas salariales a la situación y circunstancias de las empresas, sin una traslación mimética del IPC, al constituir esta vía una mejor garantía de sostenibilidad y crecimiento del empleo", agregó.
Asimismo, consideró "prioritaria" la adopción, por parte de la Administración, de políticas que permitan la liberalización y flexibilización de los mercados y sectores más inflacionarios, así como un control efectivo del gasto público "para no presionar al alza la demanda de bienes y servicios en una economía ya de por sí excesivamente rígida".
Por último, planteó una mayor moderación en la aplicación de los precios públicos o regulados públicamente, ya que "muchos de ellos vienen registrando incrementos superiores al 4%".