BRUSELAS, 28 Sep. (EUROPA PRESS) -
La confianza económica empeoró en septiembre por tercer mes consecutivo tanto en la Unión Europea como en la eurozona. El indicador de sentimiento económico que elabora la Comisión (ESI, en sus siglas en inglés) cayó 2,3 puntos y 2,8 puntos respectivamente, hasta situarse en 110,8 en la UE y 107,1 en la zona euro. Pese a las bajadas del tercer trimestre, la Comisión destacó que el indicador "se mantiene muy por encima de su media a largo plazo".
La gran mayoría de países registró un empeoramiento de la confianza económica. Entre los grandes Estados miembros, los peores datos corresponden a Alemania (-3,6) y España (-2,9) y en menor medida a Francia (-1,5) e Italia (-0,8). En contraste, en Polonia (+0,9) y Reino Unido (+1,3), el indicador mejoró.
Tanto en la UE como en la eurozona, la caída de confianza se reflejó en todos los indicadores sectoriales (industria, servicios, consumidores) excepto en el sector de la construcción, que experimentó una ligera recuperación. La bajada más pronunciada correspondió al comercio minorista (-5 puntos en la UE y -6 puntos en la zona euro).
En España, la construcción experimentó una fuerte recuperación (+9 puntos), que se vio contrarrestada por el descenso del indicador en comercio minorista (-10) y en servicios (-6). La confianza en el sector industrial se mantuvo estable, mientras que no hay datos sobre los consumidores.
CONFIANZA EMPRESARIAL
El Ejecutivo comunitario publicó también el Indicador de Clima Empresarial para la eurozona (BCI, en sus siglas en inglés), que experimentó en septiembre una fuerte caída de 0,28 puntos hasta situarse en 1,09 puntos.
La Comisión minimizó no obstante este descenso y destacó que el alto nivel que todavía mantiene el indicador gracias al despegue de la producción industrial en julio sugiere que la actividad económica en el sector creció a un "ritmo sólido" durante el tercer trimestre del año.
El descenso del BCI en septiembre se debe sobre todo a un empeoramiento de la valoración que hacen los empresarios de los pedidos y de la tendencia de producción observada en meses recientes. También se deterioraron las expectativas de producción en el futuro y la evaluación tanto de los pedidos para la exportación como de stocks de productos finalizados.
