MADRID, 12 Dic. (EUROPA PRESS) -
La inversión en grandes infraestructuras en España tardará en recuperarse al menos dos o tres años, según la firma KPMG, que ha realizado una encuesta sobre las perspectivas del sector entre los primeros ejecutivos de 165 empresas de todo el mundo.
La escasez de recursos públicos ante el imperativo de contener el déficit público y las restricciones financieras constituyen los dos "principales obstáculos" a escala global para el crecimiento del sector. Así lo señalan el 72% y el 43%, respectivamente, de los altos directivos de todo el mundo encuestados.
Por ello, dos terceras partes (el 63%) de estos altos ejecutivos del negocio de la construcción y la ingeniería asumen que incluso deberán transcurrir entre dos y cinco años para que los principales factores que influyen en el sector a escala mundial comiencen a impulsarlo.
La promoción de planes de infraestructuras por parte de los gobiernos, el crecimiento económico y el aumento de la población constituyen estos principales motores de la obra pública mundial.
En el caso español, el parón constructor ha generado además una "conciencia sobre la necesidad de realizar un estudio previo sobre la utilidad, necesidad y rentabilidad de una infraestructura antes de construirla". "Ya no nos deslumbramos tanto por tener infraestructuras como en años anteriores", señaló el socio responsable del sector de KPMG en España, Cándido Pérez.
Esta "conciencia", junto a "la debilidad que aún presenta la economía y el hecho de que aún no es sencillo financiar este tipo de proyectos" permite a KPMG avanzar que en España "no se va a recuperar en el corto plazo la cartera de obra que había en España hace unos años", según apuntó en la presentación del resultado de la encuesta.
A pesar de ello, el socio de KPMG asegura haber constatado un "interés" por parte de los inversores internacionales sobre distintos sectores de negocio en España, entre ellos el de las infraestructuras.
En este sentido, considera que la próxima solución al problema de riesgo de quiebra que afrontan un grupo de autopistas de peaje contribuirá a aumentar las "garantías jurídicas" del sector. "Aportará competitividad y facilitará la financiación del sistema concesional español", aseveró Cándido Pérez.
Ante esta coyuntura, las grandes firmas del sector seguirán apostando por la internacionalización, mediante el desarrolló en los mercados exteriores en que están presentes, con preferencia por Latinoamérica en el caso de las españolas.
LAS ESPAÑOLAS MANTENDRÁN EL LIDERAZGO.
A partir de los datos recabados en su encuesta, KPMG descarta procesos de consolidación mediante fusiones de grandes grupos en los próximos años. Por ello, la firma asegura que las seis grandes constructoras españolas conservarán en el medio plazo la posición de liderazgo mundial que actualmente ostentan en cuanto a promoción y gestión de grandes infraestructuras.
Para las compañías de mediano tamaño, la firma estima que la clave para su desarrollo en estos años pasa por su especialización y su entrada en determinados mercados en que no estén posicionadas las grandes firmas, como algunos países de África.
El negocio internacional constituye así la clave del incremento de cartera de obras que las empresas esperan para este año y el siguiente, la menor inversión global en el sector.
