MADRID, 28 Oct. (EUROPA PRESS) -
El secretario de Estado de Hacienda y Presupuestos, Carlos Ocaña, aseguró hoy que, en la actualidad, España se financia sin "ninguna dificultad" gracias a los bajos intereses de la deuda, situación que "durará algún tiempo", aunque sí existe un riesgo a medio plazo de que los intereses suban y las dificultades de financiación crezcan.
"Si tenemos mucha deuda los intereses subirán, y no sería razonable ni equitativo para quienes tengan que pagar impuestos dentro de unos años", señaló Ocaña en una entrevista en Onda Cero recogida por Europa Press, donde recordó que habrá que hacer un esfuerzo de austeridad "importante", como el que recogen los Presupuestos Generales del Estado para el próximo año.
"Hay que jugar con acelerador y freno. No creemos que sea momento de pisar el freno en seco, aunque sí hay que tomar algunas medidas para evitar que el déficit se convierta en un problema difícil de manejar", señaló Ocaña, quien aseguró que el saldo negativo de un sólo año no le "preocupa" porque se puede asumir sin especiales dificultades, pero no a largo plazo.
Así, insistió una vez más en la necesidad de reconducir el déficit de las cuentas a niveles más cercanos al 3% en el 2012 tal y como exige Bruselas, aunque rechazó la posibilidad de que la CE se plantee expulsar a España de la zona euro si no logra cumplir el Pacto de Estabilidad y Crecimiento. "No me imagino a España fuera del euro", señaló, tras apostar por hacer "lo que sea" para mantener al país en el euro porque los beneficios son "inmensos".
"De ninguna manera hay que considerar otros escenarios que el de cumplir con las normas", añadió Ocaña, quien consideró que lo que puede hacer la Comisión si llegara el momento sería aplicar unos mecanismos de aviso sobre el incumplimiento e imponer ciertas sanciones o multas.
En cuanto a la evolución de los impuestos en los últimos meses, Ocaña aseguró que el impacto del repunte del déficit está recayendo, sobre todo, en el IVA y en el Impuesto de Sociedades, debido a la debilidad del consumo y a los peores resultados de las empresas. "El que resiste bastante razonablemente es el IRPF", señaló Ocaña, quien explicó que este impuesto nota algo la crisis, pero "en mucha menor medida".
MANTIENE LAS PREVISIONES DEL GOBIERNO.
Aún así, insistió en que las dificultades de los últimos meses no han hecho cambiar las previsiones del Ejecutivo, que sigue estimando un déficit estatal del 9,5% al cierre del año y un déficit público del 8,1%. A su parecer, estas cifras son "preocupantes" y son las que han llevado al Gobierno a tomar decisiones "duras y que no gustan" como subir los impuestos.
Sobre si es mejor idea bajar los impuestos para que las empresas generen actividad y empleo y el Estado acabe finalmente recaudando más, Ocaña pidió que no se tomen como referencia países como Francia o Alemania, donde los impuestos son bastante más altos que en España, y apostó por hacer un juego de equilibrios en el que se tenga en cuenta cual es el mejor momento para hacer los cambios.
En este sentido, explicó que el Gobierno consideró que sería "contraproducente" para el consumo subir el IVA en un momento como el actual, motivo por el que lo ha dejado para la segunda mitad 2010, cuando "no será un problema o lo será en mucha menor medida" porque la economía para entonces ya se habrá estabilizado y el impacto en el consumo será "pequeño".
