Economía reconoce que la negociación de este año será la más complicada de la legislatura por la cercanía de las elecciones
MADRID, 9 Sep. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno afronta la próxima semana las negociaciones presupuestarias, que se presentan como las más complicadas de esta legislatura ya que, a priori, el Ejecutivo llega sin contar con aliados y con el clima enrarecido provocado por las deficiencias de los servicios públicos en Cataluña y el porcentaje de inversiones previsto en el Estatut.
El vicepresidente segundo y ministro de Economía y Hacienda, Pedro Solbes, ya ha admitido que la negociación de este año será más complicada que en ejercicios anteriores, dado que la cercanía de las elecciones generales --se celebrarán en marzo de 2008-- extremará las posiciones de los grupos políticos, que intentarán presentarse a su electorado como los grandes beneficiados de los Presupuestos.
En cualquier caso y a pesar de este escenario tan poco favorable a los intereses del Gobierno, Solbes no parece temer la posibilidad de tener que prorrogar los Presupuestos de este año, ya que considera que se puede funcionar sin problemas con unas cuentas prorrogadas, como ya sucedió en 1995, cuando también ocupaba él la cartera de Economía. No obstante, ha admitido que no aprobar las cuentas de 2008 sería un "fracaso y una decepción".
Así las cosas, la ronda de contactos se iniciará el lunes con la reunión de Solbes y el secretario de Estado de Hacienda, Carlos Ocaña, con una representación de miembros de CiU y, posteriormente, el equipo económico del Gobierno recibirá a representantes de IU-ICV. Al día siguiente, el martes, Economía se reunirá previsiblemente con el BNG por la mañana y por la tarde, con IU-ICV; y el miércoles, el PNV cerrará estos primeros encuentros.
A la espera de los encuentros, tanto CiU como ERC e IU-ICV, socios parlamentarios del Gobierno en numerosas leyes, ven "muy difícil" no presentar enmienda de totalidad al proyecto de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2008, aunque todos se muestran dispuestos a negociar con el Ejecutivo.
En concreto, CiU, que se inclina en este momento por presentar enmienda de totalidad, cree que las cuentas del próximo año no recogerán la inversión del 18,8% para Cataluña en todo el concepto "amplio" de infraestructuras, ni tampoco las rebajas fiscales para pymes y familias o las medidas sociales que proponen los nacionalistas catalanes.
En la misma línea, Esquerra Republicana ha condicionado su apoyo a los Presupuestos a que el Gobierno cumpla con el volumen de inversiones en infraestructuras marcado por el Estatut, y pone además como condición 'sine qua non' que el Ejecutivo destine 1.000 millones de euros más como "compensación" por el sistema de cálculo de dichas inversiones utilizado en las cuentas públicas de 2007.
Por su parte, IU-ICV exige al Gobierno que decida "pronto" si prefiere desarrollar propuestas que den un "giro social" a su política presupuestaria o pactar con la derecha nacionalista las cuentas de 2008, por lo que tampoco descarta presentar una enmienda a la totalidad. Además, condiciona también su respaldo a que el Ejecutivo destine más de 4.000 millones de euros a inversiones en Cataluña para dar cumplimiento al Estatut.
Desde PNV, tampoco se descarta aún pedir la devolución del texto, si bien el grupo afirma estar en "sintonía" con el PSOE en el marco de la negociación presupuestaria. Sin embargo, los nacionalistas vascos remarcan la necesidad de "concretar acuerdos" en esta próxima reunión. En el mes de julio, ya logró acordar con el Gobierno la metodología de cálculo para el Cupo del País Vasco 2007-2011, lo que favorecerá ahora el entendimiento en materia presupuestaria.
El BNG, por su parte, ha anunciado que presentará una enmienda de totalidad a los Presupuestos si no se destina a Galicia más del 8% del gasto total que el Estado piensa invertir en infraestructuras. En cualquier caso, su actitud es más positiva, como ocurre en el caso del PNV.
A pesar de la incertidumbre que provoca la posición de los grupos parlamentarios, el portavoz del PSOE en el Congreso, Diego López Garrido, está convencido de que el Gobierno obtendrá el apoyo suficiente para sacar adelante las cuentas del próximo año, las últimas de esta legislatura, y que los partidos catalanes encontrarán en el proyecto del Ejecutivo motivos suficientes para apoyarlo.
