Las centrales no descartan más movilizaciones
PARIS, 6 Feb. (EUROPA PRESS) -
Los sindicatos franceses han mostrado hoy su decepción por la ausencia de medidas concretas para ayudar a los ciudadanos a hacer frente a la crisis económica en la intervención televisada que ofreció ayer desde el Elíseo el presidente francés, Nicolas Sarkozy.
Aunque las centrales sindicales admiten en el mandatario galo cierta apertura al diálogo y la incorporación de los aspectos sociales en la agenda económica, mantienen el escepticismo y no descartan nuevas movilizaciones. En todo caso, esperarán a ver qué da de sí la reunión con Sarkozy, fijada para el 18 de febrero, y una semana antes fijarán la postura que llevarán al Elíseo.
Para el secretario general de la Confederación Francesa Democrática del Trabajo (CFDT), François Chérèque, al no haber muchos "anuncios concretos" respecto a la gran movilización del pasado 29 de enero, "no puede haber más que decepción". Chérèque consideró "creíbles" las explicaciones de la crisis ofrecidas por Sarkozy y admitió una apertura al diálogo, pero dijo no ver "a dónde quiere ir" el jefe del Estado .
"Las expectativas eran enormes y, de momento, las respuestas no están a la altura de las expectativas", dijo el sindicalista, partidario de mantener la prudencia hasta la reunión del día 18. En su opinión, la idea es organizar una nueva jornada de movilización "si es necesario". Mientras, el máximo responsable de la Confederación General del Trabajo (CGT), Bernard Thibault, denunció que la única medida concreta anunciada por Sarkozy fuera la eliminación de la tasa profesional que pesa sobre las empresas y que, tratándose de las reivindicaciones de los asalariados, se les remita a "futuras discusiones".
"Yo no voy hoy a hacerme ilusiones por el simple hecho de que se abren o se van a abrir discusiones", declaró en Europe 1. "Para mí está claro que hay que continuar la movilización, sino seguiremos en la imprecisión", agregó.
En su opinión, el problema fundamental es que la importante jornada de movilización vivida el pasado 29 de enero, cuando salieron a la calle más de un millón de ciudadanos para defender el empleo, los servicios público y el poder adquisitivo, no ha conducido a "las respuestas que esperaban los trabajadores".
El Partido Socialista, muy crítico también con la falta de medidas inmediatas para ayudar a las familias más afectadas por la crisis, ya ha anunciado que estará "al lado de los sindicatos" porque hay una "enorme decepción" y una gran distancia entre "lo que habría que hacer y las pistas extremadamente vagas" que Sarkozy ha puesto sobre la mesa.
90 RAZONES MAS PARA MOVILIZARSE El mismo tono usó el hasta ayer portavoz de la Liga Comunista Revolucionaria (LCR) durante el Congreso fundador del Nuevo Partido Anticapitalista, el mediático Olivier Besancenot, para quien los 90 minutos televisados de Sarkozy ofrecen "90 buenas razones más para movilizarse".
"Ayer por la noche, durante 90 minutos obtuvimos simplemente 90 buenas razones suplementarias para movilizarse frente a la política de Nicolas Sarkozy", lanzó ante unos 700 delegados reunidos en Saint Denis, en la periferia norte parisina.
Besancenot rechazó que hubiera un "giro social" en el discurso del jefe del Estado, tal y como destacan hoy no pocos medios de comunicación franceses, y le reprochó que no hablara de "soluciones para las víctimas" de la crisis.
