Economía.-El titular alemán de Exteriores ve injustificadas las críticas a Alemania por su postura en la crisis de deuda

Actualizado: viernes, 10 diciembre 2010 13:39


PARÍS, 10 Dic. (EUROPA PRESS) -

El ministro de Exteriores de Alemania, Guido Westerwelle, consideró "injustificadas" las criticas realizadas al país germano por la postura que ha mantenido durante la crisis de deuda de la eurozona y defendió que Alemania es europea "de corazón y de razón".

En una entrevista concedida al diario francés 'Le Figaro', Westerwelle recalcó que el Gobierno germano no se deja "influir por los cambios de humor" y hace "lo que es bueno para Alemania y para Europa".

"Los ciudadanos europeos son conscientes de que unas finanzas públicas saneadas van en su propio interés. Los europeos son los niños afortunados de la unificación europea. Para la juventud, Europa y el euro son una garantía para el futuro", defendió.

Asimismo, Westerwelle negó que Alemania esté presionada para aumentar los fondos europeos o dar su aprobación a la emisión de bonos de la eurozona. Añadió que Alemania trabaja para proteger al euro y a Europa, pero subrayó que también es comprensible que Alemania "desee conservar la soberanía de sus propias finanzas públicas".

En su opinión, no se puede proyectar el malestar provocado por la situación actual de Europa sobre un Gobierno que intenta resolver los problemas haciendo frente a los problemas de la crisis. "Que los alemanes no sean entusiastas con la idea de acabar con las deudas de otros países europeos es comprensible", señala.

Por otro lado, Westerwelle recalcó que existen dos filosofías en Europa y el mundo, ya que, mientras unos piensan que "se puede estallar la burbuja dando más aire con deuda", otras economías, como Alemania, creen que la única manera de salir de esta situación es "dejar salir el aire de forma controlada volviendo a un política de consolidación".

Asimismo, subrayó que todo lo que el país propone para Europa se lo aplica en su propia economía, como ha ocurrido con el aumento de la edad de jubilación hasta los 67 años, "una medida de todo menos popular", o la aprobación de un plan de ahorro de 80 millones de euros esta legislatura. "Es un sacrificio indispensable", incidió el ministro alemán, quien recalcó que la confianza es "el motor de la economía".