BRUSELAS, 15 Feb. (EUROPA PRESS) - El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, intervendrá este jueves ante el pleno del Parlamento Europeo, en la que será la primera ocasión en la que un líder de este país se expresa en esta cámara. En un debate previo a la votación, tanto la comisaria de Comercio, Cecilia Malmström, como una mayoría de eurodiputados han apuntado la relevancia "geopolítica" del CETA, por la oportunidad que ofrece para estrechar lazos con otros socios frente al giro proteccionista del nuevo presidente de Estados Unidos, Donald Trump. "En un momento en el que muchos están en contra de lo que defiende la UE: apertura, cooperación internacional, libre comercio. Y los que están en contra cuestionan los cimientos y el futuro de la UE", ha asegurado la comisaria, que ha instado a demostrar que "el proteccionismo no funciona". También ha querido subrayar que "nada" en el acuerdo firmado con Canadá pondrá en riesgo los altos estándares europeos sobre la seguridad y calidad de alimentos y otros productos en el mercado comunitario. El líder del PPE, el alemán Manfred Weber, ha ensalzado las virtudes del tratado comercial y ha pedido atender a los "hechos" frente a los "miedos" que alimenta la extrema derecha. "¿Con quién podemos entendernos si no es con Canadá?", se ha preguntado Weber, mientras que su compañero de filas, el español Francisco Millán Mon, ha opinado que "en el mundo de hoy no se puede estar en contra" del comercio internacional, porque es sinónimo de prosperidad y creación de empleo. Para los liberales europeos, Europa debe asumir el "liderazgo" de la apertura comercial en el plano internacional frente a la nueva política estadounidense. "No nos podemos imaginar mejor socio que Canadá, el país más europeo fuera de Europa", ha dicho la portavoz de ALDE en el debate, Marietje Schaake, tras asegurar que se han tenido en cuenta las preocupaciones de los europeos en la negociación del CETA. Aunque los socialdemócratas europeos han votado divididos, su jefe de filas, el italiano Gianni Pittella, ha apoyado la ratificación porque, si bien el CETA "no es un modelo", "sí es el inicio" de una nueva política comercial europea y prueba de una "toma de conciencia" sobre la necesidad de esa evolución. "No tenemos tantos compañeros de viaje que compartan nuestros valores en el mundo actual", ha señalado, por su parte, la socialista española Elena Valenciano, para quien el acuerdo con Canadá "no es la panacea, ni el mejor (pacto) posible", pero va "en la dirección adecuada". La Izquierda Unitaria, por su parte, ha criticado con dureza el "mal acuerdo" negociado con un buen socio, Canadá, en palabras de su portavoz en el debate, Anne-Marie Mineur. "Venden la democracia a las multinacionales", ha lamentado la eurodiputada española Lola Sánchez, que ha intervenido vestida con una camiseta en contra del CETA y que ha afeado la "sordera" de los eurodiputados al "clamor popular" contrario al texto.