RSC.-El 85% de los empresarios suma factores ambientales en materia tecnológica, pero sólo el 25% lo hace en sus compras

Actualizado: jueves, 23 agosto 2007 15:24

"Hoy, muy pocos empresarios se atreverían a decir en público que el cambio climático no está ocurriendo o que no hay que enfrentarlo"


MADRID, 23 Ago. (EUROPA PRESS) -

El 85% de los empresarios tienen en cuenta los factores medioambientales a la hora de planear operaciones relacionadas con la tecnología de la información (TI), aunque sólo un 25% asegura tener criterios ecológicos en los procesos de compra de esa tecnología. Las dos razones por las que la ecología importa a las organizaciones, son, por este orde, la eficiencia y la responsabilidad corporativa.

Es decir, que más allá del ahorro de energía a través de soluciones 'verdes', los empresarios persiguen una mayor eficiencia y la reducción de costes en sus operaciones. Así al menos lo demuestran los datos recogidos por el grupo SAM (Sustainable Asset Management), en su Anuario de Sostenibilidad 2007, en el que advierte de que cada vez más, "los inversores internacionales dirigirán sus recursos hacia negocios rentables y, sobre todo, ecológicamente sostenibles".

"Cuando la noción de calentamiento global apareció por primera vez en la conciencia pública, en la década de los 80, las empresas vieron ésto con malos ojos. Reconocer que la actividad humana estaba alterando el clima implicaba aceptar cierta responsabilidad, lo que probablemente se traduciría en aportar dinero", recuerda el Anuario.

"Actualmente muy pocos empresarios se atreverían a decir en público que el cambio climático no está ocurriendo o que no merece la pena enfrentarlo", sentencia.

ALGUNOS EJEMPLOS.

El Anuario de SAM incluye algunos ejemplos de cómo se puede proteger el planeta y a la vez los intereses empresariales. EMC Corporation, 'El Gigante Verde', como se autodenomina en su campaña por la mejora ambiental, ha realizado proyectos ambientales únicos durante años, utilizando técnicas de construcción amigables con el Medio Ambiente, sus empleados, clientes y accionistas a través de la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, programas de reciclaje de agua y disminución del uso de electricidad.

La firma PriceWaterHouseCoopers (PwC) coincide en este sentido con el Grupo SAM en su Anuario en la idea de que, cada vez más, "las decisiones de los inversores se fundamentarán sobre una lógica de eficiencia energética y combate al cambio climático". "Y los costes por la utilización de energía serán más altos, ya que estarán ligados a su generación de emisiones de CO2", señala el documento.

Según explica el gerente para Soluciones al Cliente de EMC, Adrián Moheno, recientemente la compañía introdujo servicios eficientes de tecnología y el 'EMC Power Calculator', una herramienta diseñada para ayudar a sus clientes a pronosticar exactamente los requisitos de consumo de energía y de enfriamiento para los sistemas del almacenamiento de EMC.

Algunas recomendaciones para fomentar el uso de tecnología 'verde', son, según el Anuario de SAM, crear una política corporativa sobre energía, medir el consumo de ésta, conocer las leyes locales e internacionales que incentivan la implantación de tecnologías ecológicas, actualizar las computadoras y los servidores con procesadores que reducen el consumo de energía, promocionar los beneficios de ahorros de consumo --menos espacio, menos calor, menos gasto-- o unirse a asociaciones que promocionan soluciones tecnológicas verdes. "Piense globalmente y actúe localmente es mucho más que un lema", agrega.

Según Moheno, EMC trabajó en colaboración con el Departamento de Defensa de Estados Unidos para identificar las oportunidades de ahorro anual de energía en el país, que sumaron 4,4 millones de dólares (2,9 millones de euros), lo suficiente para activar la energía de más de 3.000 hogares en Estados Unidos y aproximadamente 547 kilómetros de luces navideñas --desde Nueva York hasta Pittsburgh--.

"Así es como desde el año 2000, EMC ha salvado más de 17.000 árboles, 4,1 millones de kilovatios, 140 millones de pulgadas cúbicas de tierra, 27.000 kilogramos de contaminación, y ha evitado 176.000 dólares (129.000 euros) en costes, al combatir favorablemente el cambio climático "respaldando además los intereses de sus clientes y socios de negocio".