RSC.- Acusados tres togoleses en EEUU por obligar a trabajar hasta 14 horas diarias a 20 mujeres y niñas sin salario

Actualizado: viernes, 7 septiembre 2007 18:58


NEWARK (NUEVA JERSEY, ESTADOS UNIDOS), 7 Sep. (EP/AP) -

Dos hombres y dos mujeres fueron acusadas hoy de introducir ilegalmente al menos 20 niñas y mujeres jóvenes en Estados Unidos procedentes de Togo y obligarlas a trabajar en peluquerías del estado de Nueva Jersey, en jornadas abusivas y sin salario.

Las mujeres víctimas de los abusos explicaron que trabajaban "sin recibir nada a cambio" durante hasta 14 horas al día, seis o siete días a la semana. Si se quejaban o no seguían las reglas se enfrentaban a los golpes y eran amenazadas con ser devueltas a Africa, aseguraron.

Responsables de Aduanas e Inmigración explicaron que las trabajadoras llegaron a Estados Unidos a través del sistema de lotería que otorga visas de trabajo y residencia en el país norteamericano. Según las autoridades, las presuntas víctimas se presentaban como familiares de ganadores de estos visados.

"Este es un caso de esclavitud moderna", explicó un agente especial a cargo de las investigaciones para la agencia de inmigración en la localidad de Newark, Tom Manifase. "A estas mujeres se les prometió una vida mejor en Estados Unidos, pero en vez de ello se convirtieron en víctimas de tráfico de personas", agregó.

Todos los implicados en el caso son nacionales de Togo. Los tres acusados --Lassissi Afolabi, de 44 años, Akouavi Kpade Afolabi, de 39, y Dereck Hounakey, de 30-- se enfrentan a cargos de albergar a inmigrantes ilegales, por lo que podrían ser condenados a diez años de prisión. Además, Lassissi Afolabi, también está acusado de tráfico de inmigrantes ilegaeles para obtener beneficios económicos, lo que puede acarrearle otros diez años de cárcel más.

Un hijo de Lassissi, Akl Afolabi, de 19 años, aseguró a la prensa local que los cargos contra su madre, su tía y el amigo de su familia son falsos, y que las mujeres recibían salarios por su trabajo. "Tenían todo lo que necesitaban y era mejor que en Africa. Todo el mundo les trataba bien. Les ayudábamos", aseguró.

El joven mostró a un periodista dos habitaciones de la casa de su familia donde aseguraba que vivían tres trabajadoras de las peluquerías. Cada habitación tenía una televisión y armarios llenos de ropa. Las 20 niñas y mujeres se encuentran ahora en centros de acogida.