RSC.- Deutsche Bank se retira en Indonesia de un proyecto de la celulosa UFS tras la presión de grupos ecologistas

Actualizado: martes, 24 enero 2006 13:04

"Las empresas financieras, consultoras y proveedoras en Europa están directamente relacionadas con la destrucción de bosques", según ONG


MADRID, 24 Ene. (EUROPA PRESS) -

El proyecto de adquisición y puesta en marcha de una gran planta de producción de celulosa de la compañía United Fiber System (UFS) en Kalimantan (Indonesia) recibió hace unos días un duro golpe, tras la confirmación del Deutsche Bank de abandonar sus labores como asesor financiero de la empresa, tras un trabajo de casi cinco años cuando fue contratada su filial en Singapur para la adquisición de la fábrica de celulosa de Kiani Yertas, en Kalimantan oriental.

El director general de este banco, Michael Hoelz, confirmó recientemente este extremo en una declaración a diferentes ONG alemanas que desde hace meses presionaban a la entidad bancaria para que abandonara su colaboración con la compañía. Según sus palabras, "el Deutsche Bank ya no tiene ningún compromiso con UFS".

Esta 'retirada' se ha producido tras fuertes presiones ejercidas por grupos ecologistas como 'Urgewald', 'Robin Wood', 'Rettet den Regenwald' o 'Global 2000' (Amigos de la Tierra Austria), cuyos activistas colgaron el pasado mes de noviembre una pancarta en la sede del banco en Frankfurt. "Estamos convencidos de que los clientes y accionistas del Deutsche Bank no estarían de acuerdo con la participación del banco en un negocio que destruye los bosques tropicales", explicó Peter Gerhardt, miembro de 'Robin Wood'.

La fábrica de Kiani Kertas, que produce 525.000 toneladas de celulosa por año, fue establecida por el 'magnate' de la madera Bob Hasan, amigo cercano y ministro del Gobierno del dictador indonesio Suharto. Tras la caída del dictador Hasan fue encarcelado por corrupción. Kiani Kertas nunca funcionó a pleno rendimiento ni con toda su capacidad y contrajo una deuda de más de 1.100 millones de dólares (895 millones de euros).

EXPERIENCIAS CERCANAS

Según recoge el Boletín del Movimiento Mundial por los Bosques (World Rainforest Movement, WRM), algunos activistas, como Stephanie Fried, científica y colaboradora de la ONG Environmental Defense, y que vivió dos años con el pueblo indígena Bentian, en Kalimantan oriental a comienzos de los años 90, han documentado cómo se establecieron las plantaciones forestales que alimentarían la fábrica de Kiani Kertas.

Lo primero que escucharon los Bentian sobre las plantaciones fue el sonido de las motosierras en su bosque familiar. La empresa destruyó sus huertas, sus árboles frutales y sus bosques. Los trabajadores arrasaron y saquearon sus tumbas ancestrales y la empresa se hizo con toda la madera de buena calidad, y entre el 70 y el 80 por ciento de la tierra fue quemado y abandonado. No hubo compensación alguna.

Un grupo Bentian se dirigió a la sede de la empresa para poder hablar con sus representantes, pero en lugar de estos, aparecieron unos 200 militares. Los Bentian fueron hechos prisioneros y torturados; pusieron cañones de armas de fuego en sus bocas y orejas, les quemaron con cigarrillos y amenazaron con matarlos.

Además de tomar el control de Kiani Kertas, UFS también proyecta construir una fábrica de celulosa en Satui (Kalimantan del Sur), con una capacidad productiva de 600.000 toneladas por año y una fábrica de chips de madera de 700.000 toneladas por año en Pulau Laut, una isla frente a la costa sudeste de esta misma región.

En 2002, la UFS firmó un contrato con la empresa estatal China National Machinery and Equipment Import and Export Corporation (CMEC), para construir la fábrica de celulosa de Satui. Según los términos del contrato, la CMEC financiaría el 80% del proyecto mientras que la UFS se haría cargo del 20% restante.

A finales de 2003, la UFS solicitó un seguro de riesgo político a la Agencia Multilateral de Garantía de Inversiones (MIGA) del Banco Mundial, aunque después de una campaña de una ONG la compañía retiró dicha solicitud. En 2002, una subsidiaria de la firma holandesa Akzo Nobel se retiró del proyecto de la fábrica de celulosa de Satui poco después de que Amigos de la Tierra Holanda protestara frente a las oficinas principales de la empresa en Arnhem.

La UFS está inscripta en Singapur y pertenece a una serie de empresas registradas en las Islas Vírgenes británicas. Una de esas empresas, Tektronix, es propiedad de los directores y ejecutivos de la empresa sueca CellMark, la mayor empresa comercializadora de papel y celulosa del mundo. CellMark firmó un contrato previo con UFS para comprar el 90% de la producción de la planta de Satui durante los primeros diez años de funcionamiento.

DECISION APLAUDIDA

En una reciente conferencia de prensa en Frankfurt, las ONG detractoras del proyecto de UFS aplaudieron la decisión del Deutsche Bank de cortar todo vínculo con esta empresa. En palabras de Lydia Bartz, miembro de la ONG alemana 'Urgewald', el banco "debería desarrollar criterios sociales y ambientales para evitar verse involucrado en proyectos como el de UFS".

Por su parte, Longgena Ginting, de Amigos de la Tierra Internacional, explicó que el problema es la enorme capacidad de la industria del papel y la celulosa en Indonesia. "Cada año, más de tres millones de hectáreas de bosque son talados de forma destructiva o ilegalmente, en su mayoría para alimentar la industria de la celulosa", señaló.

"Las empresas financieras, consultoras y proveedoras de maquinaria en Europa están directamente relacionadas con la destrucción de los bosques y los medios de vida en Indonesia", añadió. Según dijo, otros bancos, como Andritz y Raiffeisen Zentralbank "están todavía involucrados en proyectos de UFS", y "deberían seguir el ejemplo del Deutsche Bank y dar un paso al frente para abandonarlos".

En enero de 2005 el responsable de comunicación de Raiffeisen Zentralbank, Andreas Ecker, ya expresó a Global 2000 y Environmental Defense su deseo de que banco no se hubiera involucrado nunca en los proyectos de UFS. "Estaríamos felices si no hubiésemos invertido en este proyecto", dijo, porque "trae muchos problemas".