Actualizado 18/04/2006 23:38

RSC.- La ética en los negocios y las iniciativas de RSE pueden hacer popular al empresario peor valorado, según experto

Kliksberg apuesta por la educación en valores éticos como clave para conseguir buenos futuros empresarios


MADRID, 18 Abr. (EUROPA PRESS) -

La ética en los negocios puede convertir en popular al empresario peor valorado, como ocurrió con el magnate Bill Gates, que en unos años pasó de ser el hombre de negocios peor considerado a una de las tres personas más populares, junto con su mujer y el cantante Bono, de la banda U2, para la prestigiosa revista 'Time'.

Este dato se desprendió de la conferencia impartida esta tarde por el economista Bernardo Kliksberg sobre las ventajas "para todos" de la responsabilidad social empresarial, bajo el título 'Todos ganan. Nuevas ideas y experiencias en el mundo', organizada por la Fundación Carolina. Así, el experto demostró que las iniciativas de responsabilidad social también son beneficiosas para los empresarios.

La inversión de Bill Gates en salud pública en África y sus acuerdos con organismos internacionales y gobiernos de países en desarrollo han hecho de la Fundación Bill & Melinda Gates una de las organizaciones pioneras con fondos privados. Esta Fundación apoya la Alianza Mundial para Vacunas e Inmunización, el Proyecto Medicamentos para la Malaria y otros sobre sida, tuberculosis y salud pública.

Por lo tanto, la empresa "gana" porque la responsabilidad social "da beneficios", que en opinión de Kliksberg, se traducen en "productividad personal, rendimiento general de la empresa y ventaja competitiva". La competitividad responsable entre las compañías es otro factor que las grandes consultoras están empezando a medir para fomentar las iniciativas responsables entre las más grandes. "Quien lo haga mejor será mejor valorada", apuntó.

Pero para llegar a las decisiones responsables hay que tener un equipo con ideas éticas para los negocios y para ello la clave es la educación. Así, destacó que ha habido una revolución curricular "por la presión del mercado" y luego por las propias empresas para conseguir directivos responsables.

En este sentido, explicó que universidades como Harvard cuentan con ejemplos claros en un master de las decisiones que toman las compañías en determinado momento y cuáles son responsables. La Universidad de California es otro ejemplo, aunque es más práctica que las demás. Según indicó el economista, los alumnos visitan a los directivos de compañías presos por sus decisiones no responsables.

AMÉRICA LATINA COMIENZA

En lo que respecta a América Latina, Kliksberg consideró que la responsabilidad social se encuentra "en sus comienzos" tanto en las empresas nacionales como en las extranjeras que operan en la región. Así, estableció la filantropía y la etapa 'pre-rse', que considera un abuso pedir a la empresa algo más que producir beneficios, como las principales.

Según destacó, la responsabilidad social debe englobar seis aspectos: la buena relación con los trabajadores, que se materializaría con políticas de conciliación; la transparencia como garantía para los inversionistas; la relación saludable con los consumidores ofreciendo una buena calidad y buen precio en el producto o el respeto al Medio Ambiente.

También debe englobar un compromiso social que apostaría por que la empresa participe de manera activa en los problemas colectivos de la sociedad, que en el caso de América Latina sería la pobreza --el 41% de la población vive por debajo de la línea de la pobreza-- y, por último, que no cuenten con un "doble código de conducta" de actuación según las leyes de los países donde operan.

El profesor Kliksberg es autor de 42 obras y centenares de trabajos sobre diversas áreas del desarrollo, gestión pública, alta gerencia, capital social, lucha contra la pobreza, ética y economía. Actualmente, está en proceso de publicación, su último libro 'La ética importa' que ha escrito junto al Premio Nóbel de Economía Amartya Sen.

Kliksberg es reconocido como uno de los líderes en la renovación del pensamiento sobre la reforma del Estado, la administración pública, el servicio civil y la formación de altos funcionarios públicos. Ha asesorado a los más altos niveles de gobierno de más de 30 países, en desarrollo económico, modernización del Estado, gestión social, lucha contra la pobreza y desarrollo del capital social.