MADRID, 3 Jul. (EUROPA PRESS) -
Según la normativa vigente, todo producto químico, sustancia o preparado, clasificado como peligroso debe incluir en su envase una etiqueta bien visible ya que es la primera información básica que recibe el usuario sobre los peligros inherentes al mismo y sobre las precauciones que debe tomar en su manipulación.
Habitualmente, en nuestra vida cotidiana utilizamos muchos productos de limpieza que contienen sustancias o preparados químicos que pueden resultar peligrosos para la salud humana o para el Medio Ambiente, según informa la web Consumer.
Es por esto que el Real Decreto 255/2003, y la Nota Técnica de Prevención nº 635 (NTP 635) del Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo regulan la clasificación, envasado y etiquetado de preparados peligrosos.
Esta etiqueta debe ir redactada en el idioma oficial del Estado, y debe contener de manera legible el nombre de la sustancia, con una nomenclatura internacionalmente reconocida.
Asimismo, debe aparecer impreso el nombre y la dirección completa, incluido el número de teléfono del responsable de comercializar el citado producto, ya sea el fabricante, el importador o el distribuidor.
Además, en la citada etiqueta deben estar visibles los símbolos y las indicaciones de peligro. Los símbolos deberán ir impresos en negro sobre un fondo amarillo anaranjado. También debe aparecer el número de registro CE de la sustancia, así como la mención "Etiqueta CE".
Por otro lado, el etiquetado debe incluir frases que indiquen los riesgos específicos derivados de los peligros de la sustancia, además de mostrar alusiones que establezcan medidas preventivas para la manipulación y utilización de la sustancia.
Toda esta información deberá destacar sobre el fondo de la etiqueta, será de un tamaño suficiente e irá espaciada de forma tal que pueda leerse fácilmente. Las dimensiones de la etiqueta estarán relacionadas con la capacidad del envase. Cada símbolo deberá ocupar, por lo menos, la décima parte del tamaño de la etiqueta y nunca será inferior a un centímetro cuadrado.
Además, nunca se podrán utilizar términos tales como "no tóxico", "no nocivo", "no contaminante", "ecológico" o cualquier otra indicación que pueda llevar a infravalorar los riesgos del producto.
Asimismo, el etiquetado puede contener otro tipo de información útil para el consumidor, como las aplicaciones del producto o el modo de empleo.
