MADRID, 7 Feb. (EUROPA PRESS) -
El secretario general de Forética, Fernando Mugarza, defiende, en un reciente artículo titulado 'El precio de la innovación, ¿un frágil equilibrio?', la protección de la propiedad industrial e intelectual en la innovación y la investigación --tanto en su relación con clientes, como con la competencia y las Administraciones públicas-- como "la solución más eficiente para hacer frente a las necesidades humanas ilimitadas con recursos naturales, financieros y humanos limitados".
Frente a la controversia surgida tras el juicio que finalmente comenzará en India el próximo día 15 entre la farmacéutica Novartis y el Gobierno del país por la patente del anticancerígeno 'Glivec', Forética, como foro de ética empresarial, apuesta por "tratar de integrar en las organizaciones una cultura empresarial que permita escuchar e integrar en los procesos de negocio las expectativas de todos los grupos de interés".
A su juicio, y en la medida en que las organizaciones integren este compromiso en su práctica ordinaria, "estarán contribuyendo a la mejora económica, social y ambiental de su entorno".
Debido a que la propiedad industrial e intelectual, al tiempo que persigue proteger la innovación, "impone también limitaciones a su reproducción y uso", Forética aboga por buscar un equilibrio entre los intereses del creador y de los usuarios.
A este respecto el derecho internacional ha ideado una estructura a través de que reconoce al legítimo propietario un periodo exclusivo de explotación de su aportación al mundo científico o industrial en el caso las patentes, o cultural en el caso de los derechos de autor. A cambio, el innovador se compromete a hacer público y accesible a todo el mundo el contenido y fundamento de su descubrimiento.
Pese a ello, agrega Mugarza, diversos colectivos cuestionan la legitimidad de la explotación económica de estos derechos de propiedad industrial o intelectual, "especialmente cuando el interés particular coexiste con el interés general, como la educación, la sanidad, la seguridad, etc".
"Prácticamente todas las industrias que dependen del talento y la innovación se ha enfrentado en los últimos años al cuestionamiento de sus derechos de propiedad intelectual por parte de la opinión pública: software, música, farmacéutico, ingeniería entre otros", concluye Mugarza en este artículo remitido a Europa Press.
