RSC.- La intención de los bancos chilenos de abrir los domingos, un "ataque" a los derechos laborales, según Red Puentes

Europa Press Economía Finanzas
Actualizado: lunes, 5 junio 2006 15:54

MADRID, 5 Jun. (EUROPA PRESS) -

El empeño de la Asociación de Bancos e Instituciones Financieras de Chile por abrir las sucursales bancarias también los domingos ha provocado un "tajante rechazo" de la asociación de América Latina, Red Puentes que manifestó a través del Centro de Información del Comportamiento Empresarial (CICE) el grave perjuicio para los empleados que la ampliación de su jornada laboral semanal podría suponer.

La Red calificó en este sentido la propuesta de las entidades bancarias de "irresponsabilidad social" y advirtió de que la medida "es una violación de los derechos de los trabajadores consagrados en la Ley de Bancos" y "contradice lo dispuesto por la Dirección del Trabajo".

Por su parte, el presidente de la Confederación de Trabajadores Bancarios, Jorge Martínez, estimó que la posición de la Asociación "está al margen de la ley", ya que el descanso dominical "es una garantía de la ley de Bancos que permite extender la jornada laboral sólo los sábados y el día 31 de diciembre".

En este sentido, Red Puentes llamó a la ciudadanía a practicar "un consumo responsable" y a no utilizar los servicios bancarios los días festivos. "Los adelantos tecnológicos, como internet, --agregó-- ya facilitan todo tipo de trámites".

Asimismo, el presidente de la Organización Consumidores y Usuarios de Chile (ODECU), Stefan Larenas, instó a los usuarios a "no permitir este tipo de atropello de derechos bajo el argumento de un mejor servicio".

Según Larenas, la ampliación del horario "perjudicaría a los trabajadores y a la conciliación de la vida laboral y familiar", por lo que las entidades bancarías "deberían tener una sanción de tipo social".

En palabras de la coordinadora nacional de Red Puentes, Pamela Caro, el deber de las empresas del sector es el de "ser consecuentes con lo que han suscrito en el Pacto Mundial". El Global Compact condena "las prácticas cercanas a la explotación" como la obligación de trabajar más horas de las legales.

Asimismo expresó, "no es posible que para conseguir mayor competitividad se rebajen estándares laborales y se retroceda en derechos consagrados como es el descanso dominical".

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