RSC.- Mary Robinson aboga por una nueva "solidaridad mundial" contra la pobreza basada en partenariados internacionales

Actualizado: lunes, 20 agosto 2007 16:12

El ex primer ministro sudanés propone un pacto internacional que afronte nuevos retos y tenga un mecanismo de "rendición de cuentas"


SANTANDER, 20 Ago. (EUROPA PRESS) -

La ex presidenta de Irlanda y vicepresidenta del Club de Madrid, Mary Robinson, afirmó hoy que "el mundo necesita" construir "un nuevo tipo de solidaridad global" contra la pobreza, que está íntimamente ligada, según defendió, al acceso a los recursos energéticos. Para Robinson, esta nueva "solidaridad global" debe sustentarse en "partenariados internacionales" y "la acción concertada de los ciudadanos".

En este mismo sentido, el ex primer ministro de Sudán y miembro del Club de Madrid, Sadig Al-Mahdi, aseguró que "la pobreza, el medio ambiente y la injusticia son las causas de inestabilidad que pueden destruir el mundo si no se abordan adecuadamente" y de "manera sistemática", mediante la redacción de "una carta" en la que se definan las soluciones y un mecanismo para "la rendición de cuentas".

Ambos ex mandatarios participaron hoy en el encuentro 'Energía y liderazgo democrático: promoviendo el acceso a la energía para la reducción de la pobreza', organizado por el Club de Madrid, que se celebra en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) de Santander, con la intervención también del asesor de Políticas de la Iniciativa para la Transparencia de las Industrias Extractivas (EITI), Francisco Paris.

Robinson hizo hincapié en la necesidad de "llegar a valores compartidos" y afrontar el "estado agudo de la pobreza en relación con la energía". En este sentido, indicó que 1.600 millones de personas en el mundo no tienen acceso a la electricidad, una cifra que se eleva hasta los 2.400 millones si se habla de energía moderna y que se "empeorará en el 2030" si no se implementa un modelo "adecuado".

Así, la ex presidenta de Irlanda hizo un llamamiento a "reflexionar sobre el mundo del 2007" y dijo que, desde su punto de vista es "más similar" de lo que puede parecer al de "1947-1948", después de "las dos guerras mundiales, un holocausto, el lanzamiento de bombas nucleares sobre civiles y la Guerra Fría", puesto que existen "muchas divisiones", como entre la "pobreza aguda y gran riqueza", las "divisiones ideológicas, que están empeorando" desde "el 11 de septiembre", y "el reto agudo del cambio climático".

"El mundo necesita unirse en solidaridad global", insistió, considerando que hay que "abordar" la "voluntad política posterior al protocolo de Kyoto" y también "la pobreza energética". "Necesitamos partenariados entre diferentes países" y "unir de arriba abajo y de abajo a arriba", porque "las comunidades locales tienen un papel importante que desarrollar".

Al respecto, Robinson, que forma parte del 'club de mayores' promovido por Nelson Mandela para el asesoramiento en crisis internacionales, y del que forman parte entre otros los ex presidentes estadounidenses Jimmy Carter y Bill Clinton, indicó que con el ánimo de "proteger los Objetivos del Milenio" utilizarán el 60 aniversario de la Declaración Universal de Derechos Humanos para, además de revitalizar sus principios, unirlos a "la injusticia del cambio climático", que sufren en mayor grado "los países que menor aportación han realizado de CO2".

Así, a partir del 10 de diciembre, el club desarrollará una "campaña de sensibilización" para la que esperan contar con el apoyo de ONG y "líderes empresariales", que "marquen una diferenciación en 2008" y "formen parte de una alianza".

RENDICIÓN DE CUENTAS.

También el ex primer ministro de Sudán se mostró partidario de defender el cumplimiento de los Objetivos del Milenio, puesto que hoy por hoy son tan sólo "deseos", como demuestra el hecho de que "a mitad de camino hacia el 2015 no se hayan alcanzado en la medida correspondiente".

Para Al-Mahdi, esto se debe a la inexistencia de un mecanismo de "responsabilidad o de rendición de cuentas". "Podría hablarse mucho de ellos" y llegar al 2015 "sin que se haya conseguido nada", advirtió, apostando como solución por la redacción "de una nueva carta social" y la puesta en marcha de "un foro de rendición de cuentas para que las cosas sucedan y se asuman responsabilidades por lo que está sucediendo".

De esta manera, a su modo de ver, podrían afrontarse los "tres retos" de la sociedad actual, es decir, "la pobreza, el medio ambiente y la injusticia", surgidos "después de la Guerra Fría" y que deben ser abordados "desde la óptica internacional", mediante "un movimiento" que se encargue de "explicitar los problemas y definir qué es lo que habría que hacer".

Pero "hagamos lo que hagamos tenemos que rendir cuentas", advirtió Al-Mahdi, que apuntó que el organismo de presentación de responsabilidades que propone puede ser "algo como un G-20 o como un Consejo de Seguridad más amplio, que levante la bandera de la rendición de cuentas" sobre el cumplimiento de "los objetivos" establecidos, aunque "respetando los principios de soberanía y de libre mercado".

Todo ello desarrollando un liderazgo que, en la actualidad, no está siendo ejercido por Estados Unidos, a pesar de ser la primera potencia mundial. "Estados Unidos hoy en día no se está comportando como un líder mundial, sino de una manera que acentúa los problemas del mundo", cosa que "tal vez cambiaría si gobernara otra Administración".

'LA MALDICIÓN DEL PETRÓLEO'.

Tal y como apuntó Al-Mahdi en su intervención, Paris recalcó que para algunos países el hecho de contar con recursos petrolíferos ha supuesto una "maldición", al no haberse "beneficiado de su enorme riqueza natural" por "la mala gestión y la corrupción".

Para ello, la EITI pretende conseguir "una coalición de muchos actores" a favor de la transparencia de la gestión de este recurso. Por el momento, la iniciativa ha conseguido la adhesión de países que representan el 5% de la producción de petróleo, pero el objetivo es que se integren "Brasil, Rusia, India y China", una meta "difícil" de lograr, según reconoció.

Con todo, Paris señaló que "la buena noticia es que todo el mundo está mirando y en este mundo de 24 horas de noticias se va a exigir cada vez más transparencia". En este sentido, confió en que las grandes compañías y los países productores cedan a este principio presionados por "la masa crítica" y también por "el bolsillo", cuando "los diferentes organismos no les den dinero, por no haber cumplido con las exigencias" de la EITI.