RSC.-Si se establecieran criterios claros para regular el comercio justo los operadores podrían establecer planes de RSC

Actualizado: viernes, 18 mayo 2007 20:41

Un experto defiende que éste es ya un concepto "maduro", y que se podría hablar en estos momentos de que está en su tercera generación


MADRID, 18 May. (EUROPA PRESS) -

"Si se establecieran con claridad los principios y criterios que deberían regular el turismo justo, los agentes y operadores turísticos podrían establecer planes de responsabilidad social corporativa internacionalizados", según defiende Salvador Palomo, autor del trabajo 'El turismo justo y la creación de sistemas de producción de servicios turísticos responsables', publicado en el último número de la revista 'Estudios Turísticos', editada por el Instituto de Estudios Turísticos.

A su juicio, la causa principal de que no se haya puesto en marcha el concepto de turismo justo es que "debido a las características de la producción turística, nunca se había asimilado a la producción industrial", pero a medida que se consolidan destinos de países en desarrollo, "cobra más sentido el concepto de turismo justo".

Palomo, responsable de la Unidad de Recursos Europeos y Cooperación Internacional de la Diputación de Málaga, se propone con su trabajo establecer un consenso "mínimo" sobre conceptos básicos y fortalecer la posibilidad de que el turismo contribuya a la equidad y bienestar social.

Dichos conceptos fueron la base del I Encuentro Internacional de Turismo Justo, celebrado en Torremolinos, en junio 2006, del cual surgió el Documento Estratégico sobre Turismo Justo o Carta de Málaga.

Se trata de deslindar los temas afines: los programas sobre Turismo Sostenible y Alivio de la Pobreza, de la Organización Mundial del Turismo (OMT), el Turismo Comunitario, de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el Turismo Solidario, auspiciado por la Unión Nacional de Asociaciones de Turismo (UNAT) o el 'Ecoturismo', según la Declaración de Quebec de 2002.

Según recuerda Palomo, el turismo justo "no es ninguna modalidad ni producto turístico específico. Es cualquier actividad turística donde participan agentes locales, existiendo una distribución equitativa y transparente del valor añadido generado por la actividad". "El turismo justo se vincula a un sistema de producción de servicios turísticos", aclara.

El autor añade que este tipo de turismo es aque en el que los gentes y productores locales intervienen activamente en la cadena de producción, respeta los Derechos Humanos y laborales, incorpora prácticas sostenibles con el medio cultural, social y medioambiental

fomenta la participación democrática de la población local, y tiene un carácter multidimensional --comercial, económica, ética, sostenible, política y educativa, etc--.

En su trabajo Palomo defiende que "el comercio justo es un fenómeno maduro, puesto que surge en Europa en la I Conferencia de la UNCTAD en 1964 y se habla ya de una tercera generación de comercio justo". Sobre estos criterios esenciales, la ONG inglesa 'Tourism Concern' y la 'Fair Trade in Tourism South Africa', en 2003, desarrollaron los principios aplicables a la producción de servicios turísticos y a certificar negocios turísticos justos.

En la situación actual "está claro que es posible aplicar los conceptos y principios del comercio justo a la producción turística, sin embargo, en España estamos aún en una posición incipiente", matiza el autor.

Precisamente, para desarrollar el turismo justo a través de Programas de RSC, el autor propone, entre otras medidas, planes de capacitación y promoción profesional para trabajadores de destinos en países en desarrollo, una remuneración justa del trabajo y sistemas de ahorro colectivo que propicien la capitalización financiera local, la concienciación del consumidor con campañas informativas de los destinos, contratos de suministros con proveedores locales, códigos de garantía social para éstos y la constitución de microcréditos destinados a las empresas turísticas.

Por último, Palomo señala que "el sector público puede ser un actor esencial para el desarrollo de sistemas justos de producción turística", así como "el establecimiento de alianzas efectivas entre sector público y privado y la información y sensibilización en origen al turista de la comercialización de productos turísticos justos".