RSC.- La tasa de crecimiento promedio de las microfinanzas en Latinoamérica se duplica bianualmente, según un informe

Actualizado: martes, 16 octubre 2007 15:51

Pese a ello, un experto de Microrate cree que nos enfrentamos a una atmósfera "de cierta exhuberancia del sector" que puede ser peligrosa

MADRID, 16 Oct. (EUROPA PRESS) -

La tasa promedio de crecimiento del sector de las microfinanzas en los países latinoamericanos duplica su tamaño cada dos años, según se desprende de las conclusiones extraídas del Informe 'La Industria de las Microfinanzas en América Latina', presentada esta mañana en Madrid de la mano de BBVA, la empresa especializada Microrate, Fundación Codespa y el Centro de Apoyo a la Microempresa CEAMI, que han realizado esta investigación por segundo año consecutivo.

Según explicó el director de Microrate --que presentó los principales datos del documento--, Damian von Stauffenberg, pese a este claro crecimiento de las microfinanzas en este continente, aún quedan muchos retos pendientes que hay que afrontar. "Sí, la conclusión clara que extraemos de la investigación es el sencillo crecimiento del sector, que crece no sólo rápidamente, sino también de forma muy constante, pero no podemos olvidar que estamos empezando", remarcó.

En este sentido, añadió que no sólo crece el sector, sino también la calidad de la cartera económica, que es muy buena y sigue mejorando. En 2001 la cartera en riesgo fue de casi el 9%, mientras que en 2005 ese riesgo descendió al 4,3%, la mitad en estos últimos cinco años. Asimismo, la rentabilidad de estos fondos "es muy alta" y el retorno fue en 2005 del 24%, "mucho más alta de la que consigue la banca tradicional en estos países", explicó von Stauffenberg.

El país que ocuparía el primer puesto en materia de avance de las microfinanzas podría ser Bolivia, según señaló el experto de Microrate, "el mercado más competitivo del sector". En el otro lado del ranking se podría situar México, que presenta bastante retraso en este sentido, con casi el doble de gastos asociados a estos préstamos de pequeña cuantía que otros países como Perú o Colombia, y por supuesto Bolivia.

Otra de las características que detecta el informe en su segunda edición es el acceso de las microfinanzas a los mercados de capital. Con todo, von Stauffenberg reconoció que el sector "aún es pequeño y tiene poca capacidad de absorción. Necesita crecer aún más", dijo.

Además, otros datos de este informe indican que los mercados en general tienen "hambre" de microfinanzas y muchas instituciones sacian esa necesidad "demasiado rápidamente", a su entender, algo que consideró "peligroso" porque puede generar desequilibrios entre la oferta y la demanda que den al traste con esta nueva forma de hacer finanzas.

En otras ocasiones, los cada vez más numerosos fondos de este sector "no cuentan con demasiada transparencia", y a eso hay que sumar que "nos enfrentamos a una atmósfera de cierta exhuberancia en las microfinanzas", con el consiguiente peligro de sobredemanda --que supere a la oferta-- y sus consecuentes desajustes.

Como conclusión, von Stauffenberg se refirió a la necesidad de "no dormirse en los laureles" sólo porque las microfinanzas crecen, porque hay retos clave que afrontar, como el hecho de "no permitir que los mercados se desequilibren y puedan darse correcciones violentas". "Sería una lástima", concluyó.

UN EJEMPLO VIVO, COLOMBIA.

Como novedad --y tras los capítulos que explican la gestión en las entidades microfinancieras y el panorama y tendencias en América Latina-- el informe de este año incluye una tercera parte llamada 'Enfoques' que da voz a un país concreto, Colombia, y que esta mañana estuvo representado por la gerente general de la Corporación Mundial de la Mujer con sede en Bogotá, María Mercedes Gómez de Bahamón, que explicó que las microfinanzas tienen que tener "sentido, sentimiento y contenido".

Así, recordó que su principal 'materia prima' es la pobreza y sus principales clientes los pobres, que son universales, pero que en América Latina, son mayoría. De los 559 millones de habitantes de este continente el 39% vive por debajo del umbral de la pobreza --menos de 2 dólares diarios-- y el 15% con menos de un dólar. Si la renta per cápita anual de Estados Unidos es de 36.000 euros y la de Europa de 26.000, la de América Latina es de 7.000 y en concreto la de Colombia, de 2.980 euros.

Así, además de las herramientas clásicas para combatir esta pobreza --la sanidad, la educación, la alimentación, el empleo, la vivienda, los subsidios o el apoyo social-- los servicios financieros, son otra forma de luchar contra este fenómeno, pero deben ser servicios financieros "incluyentes".

"La bancarización de los pobres es un negocio viable y con importantes impactos sociales", dijo, añadiendo que "los pobres son una oportunidad social, porque son clientes rentables y sus relaciones con las entidades bancarias son muy estables". Los requisitos básicos para llegar a ellos con estos microcréditos son, entre otros, la rapidez en la concesión, a la que responden, a cambio, con un comportamiento muy cumplidor.

En el caso de la institución que dirige Gómez de Bahamón, su perfil de cliente está entre los 41 y los 50 años -- el 95,6% de las empresas de Colombia son microempresas, y sólo el 0,1% son grandes compañías--, el 49% pertenecen al sector del comercio, y el 75% son mujeres. Actualmente, cuenta con una cartera de 37 millones de euros y casi 71.300 clientes a los que concede una media de 299 créditos diarios --37 por hora--.

La base: "un compromiso moral para con ellos y a cambio un cliente fiel a la institución que ha creído en ellos", explica; de ahí el índice de morosidad de menos de 2% y una media de 2,5 días para aprobar y conceder el préstamo, a lo que se suma el acompañamiento y seguimiento diario, el contacto constante y la idea en el trato de que no se trata de "beneficiarios" --porque esto no es beneficencia--, sino de "clientes que pagan, como todos".