RSC.- Tribuna de Expertos: Fernando Mugarza, Director de Comunicación y Relaciones Institucionales de Novartis España

Actualizado: lunes, 19 febrero 2007 13:06

"La protección de la propiedad intelectual, una necesidad clave para el avance científico"


MADRID, 19 Feb. (EUROPA PRESS) -

El acceso a los medicamentos innovadores se ha constituido en estos tiempos en una de las exigencias más candentes y con mayor repercusión en la sociedad tanto en los países más avanzados como en aquellos en vías de desarrollo.

La reciente movilización de algunas ONG reclamando que Novartis ceda sus derechos de propiedad intelectual sobre el fármaco Glivec para el tratamiento de la leucemia mieloide crónica (LMC), ante la denegación del reconocimiento de su derecho de patente por el Gobierno indio, ha contribuido a confundir la opinión pública sensible a los problemas de acceso a los medicamentos esenciales de los enfermos de los países en desarrollo.

La campaña orquestada por estas ONG omite que Glivec, producto patentado en 36 países, incluido China, constituye una de las innovaciones farmacoterapéuticas recientes más eficaces, cuya administración ha supuesto transformar la elevada mortalidad de la LMC en una enfermedad crónica. Tampoco se tiene en cuenta que, para Novartis, proteger la innovación es la mejor protección para los pacientes ya que establece las bases para las enormes inversiones en I&D de la industria farmacéutica, vitales para el progreso médico; sin informar que en 2006 esta compañía farmacéutica destinó el 2% de la facturación global a programas de acceso de medicamentos a países pobres cuando la mayoría de los gobiernos no llegan al 0,7%.

¿No avanzaríamos más si todos, incluido los Gobiernos, las instituciones, las empresas y la sociedad, igualaran ese 2%? Y es más ¿es la falta de acceso a medicamentos la base de la problemática del Tercer Mundo o bien la falta de agua potable, de alimentos, la falta de infraestructuras, etc?..., la pobreza en definitiva, que en suma es una responsabilidad compartida de todos.

La semana pasada, 'The New England of Journal of Medicine' publicaba un artículo de Janice M. Mueller, profesora de la Facultad de Derecho de la Universidad de Pittsburg, donde se analizaban las claves de la patente de Glivec en la India. En el artículo se apoyan las tesis de Novartis y se minimizan las consecuencias de la decisión judicial en el acceso a medicamentos esenciales, el principal argumento de las ONG. La profesora Mueller afirma en el artículo que, aunque Novartis finalmente obtenga la patente de Glivec en India, las actuales salvaguardas de salud pública instauradas por el Gobierno indio dan múltiples opciones para asegurar el acceso a éste y otros fármacos que salvan vidas.

En India, Novartis se enfrenta ante el dilema de la globalización que caracteriza a muchas potencias económicas emergentes hoy en día: la coexistencia de dos mercados en un solo país. Por un lado, una clase media en auge y, por otro, un gran número de personas extremadamente pobres. Ante este escenario, es muy importante tener en cuenta no sólo facilitar el acceso a los medicamentos en la India y el resto del mundo sino también considerar a este país como un mercado de crecimiento emergente y competidor mundial además de proveedor de fármacos al mundo en vías de desarrollo.

Como resultado de ello, en la India se persigue una doble estrategia enfocada al paciente. Novartis es consciente de los múltiples obstáculos que dificultan a los pacientes sin recursos el acceso a los cuidados médicos en aquel país, y por eso el 99% de los pacientes tratados con Glivec reciben este medicamento gratis. Al mismo tiempo hay que tomarse muy en serio a la India próspera como una gran potencia, con todos los derechos y deberes que dicho estatus lleva consigo. Por ello es importante proteger de forma eficaz la innovación farmacéutica en la India.

El caso de la patente de Glivec en India trata exclusivamente de salvaguardar la propiedad intelectual. No se trata del acceso de los pacientes a los medicamentos. Dada la destacada trayectoria de Novartis en el campo de la responsabilidad social, sorprende que algunos grupos hayan confundido este tema en la India.

La demanda de Glivec es la última controversia a la que se enfrenta la India desde que el 1 de enero de 2005 se aplicara una Ley de Protección de Patentes para los productos farmacéuticos. La afiliación de la India en la Organización Mundial del Comercio (OMC) significa que, por primera vez, en 35 años, los medicamentos (tanto los compuestos farmacéuticos como los procesos de fabricación) se han de considerar potencialmente patentables en India. El Gobierno indio apoya la protección de patentes ya que considera que puede permitir que el enorme sector de fabricación de fármacos en la India evolucione desde la producción a la innovación, pero dicho apoyo ha de manifestarse de forma clara homologándose con el contexto internacional, sin claroscuros.

Sin embargo, en los primeros meses de 2005 el nuevo Gobierno indio introdujo varias enmiendas a la ley, entre ellas la cláusula 3d, que limitan el número de patentes al dejar fuera cualquier molécula que se considere poco innovadora. La primera vez que se ha aplicado la cláusula es en la solicitud de registro de Glivec. La FDA aprobó Glivec, por primera vez, en 2001 en un plazo de tres meses, la revisión más rápida de su historia hasta ese momento, por la aportación del producto a la leucemia mieloide crónica (LMC).

Durante los dos años de permanencia de esta nueva Ley de Patentes en India, el Gobierno sólo ha concedido una patente de un producto farmacéutico contra la hepatitis C. Antes de que entrara en vigor la Ley de Patentes, la India desarrolló un potente sector local de fabricación de genéricos que figura como el cuarto del mundo en volumen.

Proteger la innovación es la mejor protección para los pacientes, pues establece la base para las enormes inversiones en I&D de la industria farmacéutica, vitales para el progreso médico. La investigación en la industria farmacéutica se caracteriza por ser un proceso de larga duración (10-12 años), de riesgo (1 de cada 20.000 moléculas termina por ser comercializada) y muy costosa (800 millones de Euros supone el desarrollo de cada una).

Con leyes de patentes eficaces, las compañías pueden seguir ofreciendo mejoras e innovaciones tanto a los pacientes como a la sociedad. Clarificar la ley india de patentes es bueno para el Gobierno, la industria y los pacientes porque la sociedad debe saber si invertir en India para desarrollar nuevos medicamentos es una opción viable a largo plazo o no. Sin patentes no habrá innovación y la innovación es vida y esperanza.

Fernando Mugraza.

Director de Comunicación y Relaciones Institucionales del Grupo Novartis España y Secretario General de Forética.