"Emprendedores Sociales: innovación y determinación en el campo social"
MADRID, 17 Abr. (EUROPA PRESS) -
"¿Quieres vender agua azucarada el resto de tu vida o quieres cambiar al mundo?". Con ésta pregunta Steve Jobs convenció a Jonh Scully, el joven presidente de Pepsi Cola, de dejar su puesto para convertirse en director general de Apple Computers.
Apple, fundada por Jobs ocho años antes era en 1984 una compañía aún pequeña, pero se estaba preparando para lanzar al mercado un producto que, de ser un éxito comercial, efectivamente cambiaría el mundo. Mackintosh fue el primer ordenador personal técnica y económicamente accesible para una gran cantidad de gente común y corriente. Fue una revolución de alcances inconmensurables.
Otro personaje que con su visión y empeño cambió el mundo fue Henry Ford cuando logró, casi al tiempo, crear el primer automóvil a precios accesibles y todo un nuevo mercado de consumidores con el poder económico para adquirirlo. Fue otra revolución de gran alcance.
Los emprendedores son personas que, como Jobs y Ford, cambian al mundo. Son personas a las que se les ocurre una idea novedosa y transformadora que impulsan utilizando una combinación de cualidades personales tales como visión, creatividad, atención a los resultados, determinación, perseverancia, flexibilidad, capacidad de persuadir de otros, etc.
Esa mezcla de cualidades es importante, porque los emprendedores rompen patrones, paradigmas e inercias y, aun cuando sus ideas tienen el potencial de generar valor a muchas personas, se enfrentan en numerosas ocasiones con la oposición de muchos (por falta de visión o miedo) y con todo tipo obstáculos en el camino.
En 1980 el fundador de Ashoka, Bill Drayton, acuñó el término de 'emprendedor social' para referirse a las personas que poseen todas estas características emprendedoras que hemos mencionado anteriormente, pero cuya misión es aportar una solución a un problema social.
Esta misión social, explicita en su actuar, es parte fundamental e inherente de su trabajo y es lo que les diferencia de los emprendedores de negocio. El impacto social de su misión se convierte en su fuerza impulsora y en la manera de medir su éxito, en lugar de utilizar la creación de riqueza y los beneficios generados para llevar a cabo esta medida.
Pero ¿qué es exactamente un emprendedor social?
Es una persona absolutamente comprometida con su visión que desarrolla maneras innovadoras de cambiar y mejorar profundamente la sociedad en la que vive. Un emprendedor social identifica algo que no está funcionando en la sociedad y aporta soluciones innovadoras y realistas.
Trabaja, prueba, falla, ajusta y mejora hasta conseguir que su visión de cambio social se convierta en una realidad. Una vez demostrada, difunde y disemina su solución hasta conseguir que la sociedad la adopte y se convierta en un nuevo patrón de actuación en todo del mundo.
Ashoka es una organización mundial que apoya Emprendedores Sociales líderes. Personas que puedan ser ejemplo en su campo social, "rol models" para el sector ciudadano.
Para identificar y seleccionar a estos Emprendedores Sociales comprueba que se cumplan los siguientes criterios: una idea innovadora capaz de generar un verdadero cambio social, creatividad, capacidad y determinación emprendedora de la persona, potencial para conseguir un impacto social a gran escala y una ética incuestionable.
Usando un riguroso proceso de selección, en los últimos 25 años, Ashoka ha identificado, apoyado y potenciado a más de 1.700 Emprendedores Sociales excepcionales en más de 60 países.
Es importante mencionar que emprendedores sociales ha habido siempre. Florence Nightingale salvó las vidas de millones de personas a mediados del siglo XIX, al revolucionar la atención hospitalaria, creando la enfermería moderna y luchando por mejorar las condiciones de los hospitales.
Jean Monnet, uno de los mayores responsables de la reconstrucción y modernización de la economía francesa impulsó a mediados del siglo XX la creación de lo que hoy en día es la Unión Europea; Muhammad Yunus, creador de los microcréditos, revolucionó hace un par de décadas la banca tradicional, concediendo crédito a personas pobres sin pedir ningún tipo de documento, papel, firma, garantía ni aval basándose exclusivamente en la confianza en las personas y en sus proyectos.
Si los emprendedores sociales no son algo nuevo, sí lo es el número y el impacto que están teniendo a nivel global. La profesión de emprendedor social --que apenas está emergiendo como tal-- es de vital importancia para el desarrollo de nuestras sociedades.
Cuanto más rápido cambia una sociedad, más necesaria se hace la presencia de los emprendedores sociales, ya que una sociedad que no emprende --empresarial o socialmente-- no puede crecer.
María Zapata y Concepción Gallego.
Directora y Responsable de Comunicación de la Fundación Ashoka.
