RSC.- Una veintena de personas mantiene cortadas las obras de la Expo Zaragoza en protesta por su impacto sobre el Ebro

Actualizado: jueves, 9 agosto 2007 21:01

Las organizaciones implicadas creen que la organización de la Expo 2008 "tiene carta blanca para hacer lo que quiera en la ciudad"


MADRID, 9 Ago. (EUROPA PRESS) -

Una veintena de personas mantienen cortadas desde el lunes las obras que la organización de la Expo de Zaragoza ha emprendido en el Puente de Piedra, una construcción romana bajo cuyos arcos se encuentran acampados los activistas y que, según ellos, "corre serio peligro" de seguir estos trabajos, que pretenden incrementar la profundidad del cauce del Ebro en este punto para permitir la navegación de barcos de recreo.

Aunque este miércoles por la mañana acudió a la zona un grupo de policías nacionales 'antidisturbios' que identificó a todos los activistas, la paralización de las obras "no ha sido denunciada ni por Expoaguas, promotora de los trabajos, ni por ninguna de las subcontratas que los ejecutan", según cuentan los acampados, "probablemente porque como las licencias no están en orden, nadie quiere complicarse la vida y denunciar".

Todo empezó el pasado seis de agosto, cuando una docena de organizaciones ecologistas y vecinales (más de treinta personas) conformaron un campamento entre el segundo y el tercer arco del citado puente, en la llamada orilla de Echegaray y Caballero. Dos días después, llegaron las máquinas necesarias para los trabajos. El objetivo es rebajar la solera originaria del puente entorno a dos metros, añadir una plancha armada y conseguir así un metro y medio más de profundidad en el cauce.

Según explicó uno de los activistas de Ecologistas en Acción acampado en la zona, José Luis Martínez, "los técnicos han estudiado este puente, que es monumento de la ciudad, construido por los romanos y reformado en el medievo, y han determinado que podría sufrir daños irreparables" e incluso "que algunas piezas se podrían venir abajo".

Además, "se ha planteado realizar todo un dragado del canal que emboca en ese arco del puente, para recoger allí la mayor cantidad de agua posible y poder garantizar la navegación incluso cuando el Ebro, que es muy irregular, lleve poca agua" y todo, para que puedan circular dos barcos de recreo diseñados para los visitantes de la Exposición, lamentó Martínez.

Pero ese no es el único problema de las obras, prosiguió el ecologista, muy sorprendido porque nadie haya denunciado la interrupción de las mismas. La zona en la que está ubicada este puente se encuentra clasificada en el Plan de Ordenación de Recursos Naturales, lo que significa que, mientras no se concluya qué categoría tiene, "quedan suspendidas todas las actividades en su seno que no tengan previamente una Declaración de Impacto Ambiental".

Y Expoaguas "no la tiene". En su lugar, cuenta con un informe elaborado por encargo "por una empresa pública contratada por la Consejería de Medio Ambiente" de la ciudad. Un documento "de categoría menor que extiende el Instituto INADA y que tras recoger un montón de contradicciones existentes en el proyecto, dice que las obras son procedentes".

PATENTE DE CORSO.

Para las organizaciones implicadas en la paralización de las obras, esta es sólo una muestra más de que Expo Zaragoza "tiene patente de corso para hacer lo que quiera" en la ciudad, una "carta blanca" que, afirman, le permite incluso "contradecir los principios" que la inspiran "sostenibilidad, importancia del agua" sin ser amonestada.

Hoy en la zona afectada permanecían acampadas más de veinte personas, un número que crece cada tarde en torno a las ocho, hora en la que acuden vecinos y representantes de otros colectivos para concentrarse bajo el puente. Sin embargo, no hay nadie contra quien protestar.

"Han desaparecido todos, máquinas, trabajadores etcétera y no sabemos qué va a pasar, pero ya que hemos paralizado las obras, seguiremos aquí, por lo menos, hasta que intenten reanudarlas" o las suspendan definitivamente, aseguró el ecologista.