MADRID, 5 Abr. (EUROPA PRESS) -
La ONG holandesa SNV, dedicada a la lucha contra la pobreza, y el Consejo Empresarial Mundial para el Desarrollo Sostenible (WBCSD, por sus siglas en inglés) llegaron a un acuerdo de colaboración para fomentar los convenios económicos entre las empresas multinacionales procedentes de países del Norte y las comunidades de países desfavorecidos, con el fin de que la obtención de beneficios de la compañías repercuta positivamente en la mejora de las condiciones de vida de las personas más necesitadas.
El WBCSD informó en un comunicado de que las 180 compañías que lo componen obtienen unos beneficios de 5.000 millones de dólares (más de 4.000 millones de euros) a través de sus productos y servicios, que llegan a cerca de 2.500 millones de personas en todo el mundo. Muchas de estas comunidades ya están realizando negocios con los países desarrollados con el fin de expandir sus actividades.
Así, desde la SNV enviaron a 1.000 técnicos expertos a 30 países desarrollados para que aprendieran nuevos métodos de producción y con el fin de que llevaran a cabo acuerdos con empresas de estos países que permitan generar empleos y mejorar la calidad y el acceso a los servicios básicos necesarios para el desarrollo sostenible en los países del Sur.
Desde la Organización apuntaron que las economías de los países ricos a menudo piensan en estas acuerdos como operaciones "de alto riesgo", sin darse cuenta de que podrían representar grandes oportunidades de negocio. Así, las multinacionales se están dando cuenta de que trabajar en colaboración con los países menos favorecidos puede suponer una ventaja competitiva, ya que facilitan nuevas formas de reducir los costes operacionales.
Las grandes empresas que operan en estas zonas además de obtener sus propios beneficios, facilitan que los habitantes de esas regiones tengan acceso a la comida, a agua potable, a una vivienda y a una educación.
Por otro lado, con el acuerdo suscrito entre el WBCSD y SNV, ambos socios proporcionarán a las compañías decididas a actuar en estas zonas con una plataforma, mediante la que se identificarán y buscarán las oportunidades de negocio en las comunidades con bajos ingresos.
En este sentido, el presidente de la compañía iberoamericana Grupo Nueva, Julio Moura, indicó que su empresa "se ha puesto el objetivo de obtener el 10% de sus beneficios de las comunidades de bajos ingresos".
Asimismo, aseguró que están trabajando en la apertura de nuevas vías creativas para lograr sus objetivos y que están esperando que otras empresas se unan a esta iniciativa y colaboren con la ONG SNV para acabar con la pobreza. Así, Moura confirmó que Grupo Nueva ha comercializado un nuevo sistema de regadío que permite ayudar a los agricultores de Guatemala a triplicar sus beneficios.
Por su parte, el director regional para Latino América de SNV, Robert de Jongh, explicó que el desarrollo de los mercados emergentes "no puede llevarse a cabo sin las empresas". Al mismo tiempo, apuntó que las empresas "no pueden tener éxito, sin la colaboración de las organizaciones de la sociedad civil".
En este sentido, la directora del Área de Desarrollo del WBCSD, Shona Grant, afirmó que este acuerdo "es una innovación" dirigida a la creación de puentes y lazos de unión entre ambas partes que no están acostumbradas a trabajar juntas.
Finalmente, indicó que este pacto también generará una mayor contribución al desarrollo, como por ejemplo en la creación de empleo, así como el acceso a servicios básicos y diferentes oportunidades para el autocrecimiento en las comunidades necesitadas.
