El Cabildo elabora un censo de palmeras para contribuir a su protección del picudo rojo

SANTA CRUZ DE LA PALMA 3 Nov. (EP/IP) -

El Cabildo de La Palma está colaborando en la elaboración de un censo de todas las palmeras de la isla que contribuyan a su protección de la plaga del picudo rojo, así como un reglamento que regule el traslado de ejemplares dentro del territorio insular.

El consejero de Infraestructura y Medio Ambiente, Gerardo Hernández, señaló que se pretende identificar todos los ejemplares que pudieran estar afectados por algún tipo de plaga, y mostró su preocupación por la falta de control de entrada de productos fitosanitarios en los puertos y aeropuertos competencia del Estado.

En La Palma se han identificado cinco perímetros de seguridad, en torno a palmerales naturales, en las que se han contabilizado un total de 10.243 ejemplares, procediéndose a su localización y estudio, según informó el consejero.

Asimismo, se ha presentado a los ayuntamientos un estudio de prevención de la propagación de esta plaga, haciendo especial hincapié en la necesidad del control de las palmeras.

Hernández explicó que en este momento es necesario que a nivel municipal se estrechen los controles sobre los ejemplares de palmeras, y que del mismo modo se preste especial atención a cualquier movimiento o aparición de nuevos ejemplares, para proceder a su control y evitar que aflore esta plaga en la isla.

El chequeo a las palmeras impulsado desde el Cabildo tiene que ver, esencialmente, con la reciente aparición del picudo rojo (Rhynchophorus ferrugineus, Coleoptera: Curculionidae), un insecto barrenador que mina las palmeras hasta matarlas y que ya ha sido detectado tanto en Fuerteventura como en Gran Canaria.

La posibilidad de que la plaga se extienda, ya que cuenta con un modo de distribución muy rápido, capaz de afectar a cientos de palmeras en poco tiempo, es lo que ha llevado al Cabildo a tomar estas primeras medidas.

La larva de este insecto penetra por el capitel de la palmera directamente al tronco, labrando galerías de hasta más de un metro de longitud. Las hojas centrales se amarillean y se marchitan, de forma que en pocas semanas, la práctica totalidad de la corona se ve afectada originando la muerte de la palmera.

Para detectar la plaga se deben realizar seguimientos de vuelo de adultos y confirmar su presencia mediante trampas cebadas con atrayentes sintéticos (feromonas de agregación y sinérgicos vegetales o cairomonas).