MADRID, 13 Mar. (EDIZIONES) -
Chrisopher Dottie es managing director de Hays, multinacional británica especializada en orientación tanto a empresas como a demandantes de empleo, que publicó la 'Guía del Mercado Laboral 2015'. En ella la entidad aseguraba que el 63% de las empresas españolas prevé realiza nuevas contrataciones este año. Dottie hablar con Europa Press sobre el escenario laboral del país.
- Tras los cambios introducidos por la reforma laboral de 2012, ¿no deberían también cambiar las empresas y los trabajadores sus actitudes o su cultura?
Hace falta confianza y actualmente todos los actores actúan de forma muy aislada y a la defensiva. Las empresas quieren fichar y tener confianza con su capital humano, pero piensan en si los trabajadores se van aprovechar de ellas, y lo mismo hacen los trabajadores hacia las empresas.
El primer paso puede darlo el Gobierno, garantizando una presencia de los trabajadores en las juntas directivas de las grandes empresas. De ese modo, cuando llega la crisis, los trabajadores son los primeros en acordar un sacrificio para salvar el trabajo de todos. Necesitamos recordar que estamos todos en el mismo barco.
- Pero, por partes: ¿Qué deberían hacer los empresarios?
Los empresarios también tienen que hacer de su parte, invertir en el futuro, no aprovecharse del corto plazo, aunque hayan tenido el agua al cuello en los últimos años. Ahora que hay una mejora de la economía, la tienen que repartir con los empleados.
Tienen que contratar a jóvenes sin experiencia pero con potencial, no pagar un salario diferente dependiendo del candidato, renovar el estilo de gestión. Me da la sensación de que no hemos aprendido nada. No hemos cambiado de paradigma, de cultura en las relaciones laborales, las relaciones y las mentalidades no han cambiado.
- ¿Y los trabajadores y candidatos?
Los jóvenes piensan en que volverá el mercado laboral de hace años y que alguien en algún despacho del Gobierno trabaja para encontrar el trabajo de sus sueños. Por todos lados tenemos que aceptar males menores, no se puede pasar a los 200 km por hora sin pasar por 50 km, 100 km o 150 km.
- ¿Cómo se reparten esos daños?
No podemos ayudar a todos los desempleados a la vez y a todos los que quieren subidas salariales y a todos los empresarios que quieren mano de obra productiva. Tenemos que priorizar cantidad de trabajo o calidad de trabajo y tenemos que aceptar el mal menor.
- ¿Y cree que en ese contexto el empleo puede ser de calidad?
Apuesto por un sistema controlado de 'minojobs'. Los jóvenes tienen que aceptar primero becas y luego trabajos, donde a lo mejor no hay mucha remuneración al inicio. Pero la inversión es suya. Las empresas tienen que invertir en el futuro, pero los trabajadores también.
El sentido de asumir la responsabilidad la hecho en falta entre los jóvenes. Los valientes que lo asumen a lo mejor se van fuera a coger experiencia y los más, los que se quedan sin nada, están acomodados o soñando por un futuro que nunca será tan fácil como piensan.
- ¿Cómo se controla un sistema de 'minijobs'?
Igual que se controla el sistema de becas. Limitando el tiempo que se pueden suscribir, para que las personas no tengan un minijob demasiado tiempo. Es una forma de coger experiencia, igual que yo trabajé en la tienda de mi barrio con 16 años. Esto es un paso hacia un trabajo más indefinido. No es una alternativa, pero si una puerta de entrada y es necesario regularlo para que nadie se aproveche.
- Porque hay mucha gente que asegura que los empresarios se aprovechan con este tipo de empleos...
Creo que en estos momentos, todos los implicados están siendo aprovechados y cortoplacistas. Hay trabajadores que están aprovechando la legislación para agarrarse a la silla y no ser productivos, hasta casi desafiar a la empresa para que les despidan y contar con una indemnización y una prestación. La rigidez en algunas áreas del mercado laboral tiene efectos sobre la precariedad en otros empleos.
- ¿Habría que tocar también el sistema de protección por desempleo?
Tenemos un sistema muy lineal para tratar a los desempleados. No se pueden tratar a todos los parados por igual. Es una mentalidad muy de sector público. Y no se puede pretender que las agencias privadas funcionen como el sector público, eso no va a funcionar.
- Con todo este panorama, ¿es el momento de subidas salariales significativas?
No es la hora de hacer subidas a lo loco, pero las empresas tienen que tener cuidado. Porque en los sectores en los que empieza a haber más confianza y hay más trabajadores dispuestos a cambiar de trabajo, las empresas tendrán que subir salarios para retener el talento. Es el caso de la informática. Pero no serán subidas generalizadas.
Ahora bien, las personas que consigan una reinserción laboral van a recibir menos salario. Si te quedas donde estás tienes el salario congelado, si te cambias lo aumentarás y si te despiden, el siguiente sueldo será a la baja.
- ¿Ves factible una reducción significativa del paro en el corto plazo?
Si no cambiamos nada, tardaremos años en recuperar niveles de paro anteriores a la crisis.