Los productores que deseen abandonar el cultivo recibirán una prima de 7.174 euros por hectárea el primer año
BRUSELAS, 4 Jul. (EUROPA PRESS) -
La Comisión Europea presentó hoy su propuesta legislativa para reformar la organización común del mercado (OCM) del vino que contempla el arranque de 200.000 hectáreas de viñedo y la eliminación, desde la entrada en vigor del nuevo sistema, de las ayudas a la destilación.
El arranque será voluntario, y los productores que deseen abandonar el sector recibirán una prima de arranque durante cinco años, que el primer año será de 7.174 euros por hectárea y se reducirá progresivamente hasta situarse en 2.938 euros el quinto y último año que se pague.
Para evitar problemas sociales o medioambientales, los Estados miembros estarán autorizados a limitar el arranque en montañas y viñedos en pendientes muy pronunciadas, así como en regiones medioambientalmente sensibles, y a interrumpir el arranque si el total alcanza el 10 % de la superficie del país cultivada de vid.
El Ejecutivo comunitario propone mantener el presupuesto con el que cuenta actualmente el sector, de unos 1.300 millones, que se destinarán a los nuevos sobres nacionales donde también se incluirán tareas de promoción y de arranque de viñedos, para aplicar medidas de desarrollo rural en las regiones productoras y para permitir la transición hacia el régimen de pago único en las áreas donde se hayan eliminados vides.
DESTILACIÓN
La reforma eliminará "todas las medidas que han demostrado ser ineficaces" para fomentar la competitividad del sector, como "el apoyo para la destilación por producto", la destilación para el alcohol y el uso doble, las ayudas para el almacenamiento privado y las ayudas para la exportación.
De la misma manera, se suprimirán las ayudas al mosto, tanto para enriquecimiento como para la producción de zumos. También se prohibirá el enriquecimiento del vino con azúcar. La destilación de crisis que Bruselas quiere eliminar se sustituirá por dos medidas de gestión de crisis que se introducirán en los menús nacionales.
La reforma que propone la Comisión a los Estados miembros contempla dos fases. La primera iría desde el inicio del nuevo régimen, el año 2008, hasta 2013 y se centraría en equilibrar el mercado vinícola ayudando a los productores menos competitivos a abandonar el sector "con dignidad". En la segunda etapa, a partir de enero de 2014, se abolirán los derechos de plantación.
A partir de esta fecha, indica el texto, "el plantación de viñedos será libre para mejorar la competitividad".
PRÁCTICAS ENOLÓGICAS
Por otra parte, la propuesta legislativa contempla permitir que la producción de vino en la UE siga las prácticas enológicas que reconoce la Organización Internacional del Vino (OIV), que serán analizadas por la Comisión. Sugiere que los Estados miembros deleguen en el Ejecutivo comunitario la responsabilidad de aprobar y modificar las prácticas enológicas.
En cuanto al etiquetado de los vinos, la Comisión propone un sistema "más claro, más coherente y más orientado al mercado" que pasa por establecer un procedimiento para registrar y proteger las denominaciones de origen (DO), que se dividirá en vinos con indicación geográfica protegida y vinos con designación de origen protegida.
El objetivo es también "simplificar" los criterios de etiquetado, para lo que Bruselas plantea eliminar la distinción entre reglas de etiquetado para vinos con y sin denominación de origen (DO) y facilitando la indicación de la variedad de uva y cosecha en vinos que no tengan este estatus.
Asimismo, se mantiene la prohibición de prensar la uva en exceso para asegurar la calidad del vino y se amplía el papel de las organizaciones interprofesionales para que puedan controlar y gestionar la calidad del vino en sus territorios. Se reforzarán instrumentos en particular para la producción del "vino de cepa".
