MADRID, 4 Jul. (EUROPA PRESS) -
La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) rechazó hoy la propuesta de Bruselas para reformar la Organización Común de Mercado (OCM) del vino porque se basa en una liberalización del sector que mermará la renta de los agricultores y fomentará el abandono de la actividad.
"Hay que luchar para que la renta del productor se consiga vía precios y para ello se necesitan instrumentos para acceder y posicionarnos en los mercados como único medio de asegurar la permanencia de los agricultores en la actividad", argumentó el secretario general de COAG, Miguel López.
COAG subrayó en un comunicado que es necesaria una reforma de la actual OCM vitivinícola, ya que la actual no da respuesta a algunos problemas como la el descenso de la renta, por lo que reclamó un nuevo sistema que preste un apoyo decidido a la comercialización y a la modernización de estructuras.
La organización agraria se opone a las transferencias de fondos desde el presupuesto de mercados para financiar medidas de desarrollo rural, asi como a los pagos directos desacoplados para la superficie arrancada y al fuerte sistema de arranque.
Por ello insta al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) a que centre sus negociaciones en Bruselas en recuperar el presupuesto para el sector vitivinícola y en establecer ayudas transitorias que permitan la adaptación a las nuevas condiciones de mercado.
"Para la aplicación de estas medidas, es necesario partir de un presupuesto histórico consolidado por Estados Miembros, al igual que en otros sectores reformados, que permita una financiación íntegramente comunitaria, sin posibilidad de cofinanciación nacional o por los productores", destaca.
Además, apuesta por un amplio margen de maniobra en la aplicación de las medidas establecidas de forma homogénea para toda la UE, por que siga estando prohibido hacer nuevas plantaciones y sea obligatorio eliminar los subproductos, y se opone a que se transfieran fondos del presupuesto de mercados al de desarrollo rural.
Como únicas medidas positivas, resalta la prohibición del enriquecimiento artificial del vino con azúcar y de la vinificación de los mostos importados.
