Economía/Agricultura.- Espinosa apuesta por la conservación y utilización sostenible de los recursos fitogenéticos

Europa Press Economía Finanzas
Actualizado: lunes, 5 junio 2006 15:55

MADRID 5 Jun. (EUROPA PRESS) -

La ministra de Agricultura, Pesca y Alimentación, Elena Espinosa, apostó hoy por la conservación y la utilización sostenible de los recursos fitogenéticos dentro del marco de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y "en armonía" con el Convenio sobre Diversidad Biológica.

En este sentido, puso como ejemplo la elaboración de la Ley de semillas y plantas de vivero, actualmente en trámite parlamentario, con la que "por primera vez en la historia" se regula con rango de ley la protección y gestión de recursos fitogenéticos.

"Esta novedad es también una apuesta clara a la gran riqueza de recursos fitogenéticos de nuestro país que son la fuente de los materiales de reproducción disponibles y que a su vez ayudan a garantizar la seguridad alimentaria para hoy y el futuro", dijo.

La ministra realizó estas declaraciones durante la presentación de la I reunión del órgano rector del Tratado Internacional sobre Recursos Fitogenéticos para la Alimentación y la Agricultura (TIRFAA), que reunirá en Madrid a más de un centenar de delegaciones de todo el mundo durante los días 12 a 16 de junio.

Espinosa destacó la importancia de dicho tratado para tratar de alcanzar "lo más rápido posible" una conservación sostenible de los recursos fitogenéticos y una distribución equitativa de los beneficios que originen.

Esta reunión reunión, a la que ya confirmado su asistencia 70 países, pondrá en marcha dicho tratado, un marco normativo jurídicamente vinculante, para la conservación de las variedades de especies vegetales y su material genético, así como para el intercambio abierto de estos recursos y para la defensa de los derechos del agricultor a participar en los beneficios, en reconocimiento a su labor como "guardianes" de la diversidad biológica agrícola.

Su puesta en marcha permitirá frenar la desaparición de la diversidad genética de los cultivos agrícolas, de la que ya se ha perdido las tres cuartas partes durante el siglo pasado, según estudios de la FAO.

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