Economía/Agricultura.- Facua advierte de que el uso de granos envenedados para los topillos pone en riesgo la salud

Actualizado: lunes, 27 agosto 2007 18:52

VALLADOLID, 27 Ago. (EUROPA PRESS) -

La Federación de Consumidores en Acción (Facua) y las asociaciones conservacionistas WWF/Adena, Seo/BirdLife, Plataforma para la defensa de la Cordillera Cantábrica, Fundación Global Nature, Ecologistas en Acción y Ascel advirtieron hoy de que el uso de grano envenenado con el fin de erradicar a los topillos tiene un "evidente riesgo" para la salud pública y para la supervivencia de numerosas especies cinegéticas y protegidas por lo que solicitaron la paralización inmediata de esta medida.

Tras recordar que la Junta de Castilla y León reconoció la pasada semana que no puede garantizar que el grano envenenado que se está distribuyendo en más de 600 municipios de la región no sea accesible a especies distintas del topillo, estos colectivos aseguraron que la técnica empleada para distribuir la dosis, consistente en depositar este veneno en pequeños contenedores cilíndricos, no resulta efectiva.

"No en vano, se ha observado en el campo cómo el grano contaminado se sale de los tubos y puede ser fácilmente extraído con cualquier pequeño movimiento", explicó Facua y las asociaciones conservacionistas en un comunicado de prensa recogido por Europa Press.

En este sentido, estos colectivos recordaron también que pocas horas después del comienzo de la media veda la Consejería de Sanidad emitió un comunicado para evitar intoxicaciones recomendando no consumir ninguna de las especies cinegéticas abatidas en las zonas donde se ha dispersado la clorofacinona.

"La media veda es una época de caza en la que se capturan distintas especies de palomas, así como codornices, todas ellas consumidoras de grano (muy susceptibles de ser envenenadas) y habitualmente consumidas por los cazadores o en establecimientos especializados", continuaron estos colectivos, que recordaron que se trata de especies migradoras "por lo que los municipios que no han sido tratados con clorofacinona corren un riesgo alto de recibir aves intoxicadas provenientes de otras zonas".

A juicio de Facua y de las asociaciones conservacionistas, la Junta de Castilla y León no ha tenido en cuenta "inexplicablemente" los informes elaborados por el Servicio de Toxicología y Veterinaria Forense de la Universidad de Murcia y del Departamento de Ciencias Biomédicas de la Universidad de León, a raíz de los envenenamientos del pasado mes de marzo.

Dicho esto, recordaron que en estos informes se advertía del "riesgo de intoxicación diferida" o de los "riesgos para la salud humana" que la ingesta de animales afectados por clorofacinona podría tener para las personas.

"Asimismo, no hay que olvidar que los venenos anticoagulantes pueden llegar a la cadena trófica humana de varias formas; es sabido que las mayores concentraciones de topillos se dan en zonas con cierta humedad y en las cercanías de vegas, arroyos y humedales", continuaron estos colectivos para las que "el ahogamiento masivo de topillos y otras especies repletas de sustancias tóxicas podría llevar de manera indirecta estos productos a manantiales, arroyos y acuíferos, acabando en el agua que posteriormente consumen personas y ganado doméstico".

Facua y las asociaciones conservacionistas afirmaron que el veneno utilizado en el regadío puede acabar en las hortalizas cultivadas al incorporarse rápidamente al suelo a través del riego y ser absorbido por patatas, remolachas y otras plantas "de gran poder de captación de las sustancias del suelo".

Según estos colectivos, hay que considerar también que "miles de personas de multitud de pueblos", como veraneantes y turistas, desconocen las medidas tomadas por la Junta y pasean por caminos tratados con veneno sin tener conocimiento al no estar señalizados. "Igualmente, los niños pueden verse atraídos por los tubos o los granos envenenados, tintados de forma llamativa", advirtieron estos colectivos, que recordaron que la clorofacinona tiene una toxicidad aguda para el ser humano por vía oral.

En cuanto a la caza, Facua y las asociaciones conservacionistas advirtieron de que el tratamiento con grano envenenado puede traer consigo la desaparición masiva de especies como la liebre y el conejo, "pues los mamíferos son especialmente sensibles a esta sustancia".

A su juicio, la "grave afección" a las aves también supone un "serio revés" para especies como perdices rojas, anátidas, codornices o palomas (dentro de este grupo, las tórtolas y las palomas zuritas están en franco declive en las dos últimas décadas) mientras que los perros de caza corren un "grave riesgo de intoxicación" al ser susceptibles de consumir con facilidad los roedores y otras especies silvestres intoxicadas.

Ante estos hechos, las asociaciones conservacionistas reiteraron que el grano envenenado afectará directamente a especies protegidas como avutardas e infinidad de pequeñas aves. "Además, muchas especies predadoras consumirán los topillos intoxicados y morirán por intoxicación secundaria", auguraron. Según sus datos, entre los predadores de roedores que se verán afectados destacan más de 30 especies, carnívoros terrestres, rapaces nocturnas y diurnas, reptiles y córvidos, todos ellos eficaces cazadores de topillos.

Por todo ello, la Federación de Consumidores en Acción y las asociaciones conservacionistas WWF/Adena, Seo/BirdLife, Plataforma para la defensa de la Cordillera Cantábrica, Fundación Global Nature, Ecologistas en Acción y Ascel solicitaron a la Junta de Castilla y León la paralización total de la administración del veneno "por un elemental principio de precaución, por conocerse ya los graves riesgos para la salud de las personas y para la supervivencia de especies animales (protegidas, domésticas y cinegéticas) que supone el uso en campo abierto y de forma masiva de estos productos, cuya utilización sólo debería hacerse de forma estrictamente controlada".