VALLADOLID, 2 Ago. (EUROPA PRESS) -
Más de 5.000 agricultores y ganaderos de Castilla y León se manifestaron hoy en Valladolid para reclamar a la Junta que adopte medidas efectivas para erradicar la plaga de topillos que desde hace cerca de diez meses arrasa con los cultivos en la Comunidad.
Los agricultores advirtieron de que, si no se ponen en marcha medidas "genéricas, contundentes e inmediatas" para acabar con estos roedores que se comen sus cosechas tanto de secano como de regadío, saldrán a las carreteras con tractores y palas.
Así de rotundos se pronunciaron los agricultores de Castilla y León tras escuchar de boca del presidente regional de Asaja, Donaciano Dujo, las propuestas de actuación prometidas por el presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, en una reunión previa con los representantes de las cuatro organizaciones agrarias de la región (Asaja, COAG, UPA y UCCL).
Esta reunión con el presidente de la Junta, a la que asistieron otros miembros del Ejecutivo regional fue la culminación a una manifestación que entre las 12.30 y las 13.30 horas recorrió la arteria principal del sur de la capital, el Paseo de Zorrilla, entre el centro comercial Vallsur y la sede de la Presidencia de la Junta de Castilla y León.
Según explicó Dujo a los manifestantes, en esta reunión Juan Vicente Herrera anunció que a partir de la próxima semana se iniciará la limpieza de arroyos y caminos y la aplicación de tratamientos químicos en las zonas de regadío con mayor afectación por los roedores.
En las próximas semanas y cuando las condiciones meteorológicas lo aconsejen, la Administración procederá a la quema controlada de rastrojos, actuación que no podrán adoptar los agricultores a título individual hasta el mes de septiembre y que fue contestada con estruendosos silbidos por parte de los manifestantes que consideraron que con esta medida "no llegamos a ningún sitio".
En su alocución ante los manifestantes (5.000 según la Policía Nacional y 10.000 según los convocantes), Dujo anunció el compromiso del presidente de la Junta de sacar una línea de ayudas urgentes la próxima semana para conceder indemnizaciones a precio real y con producciones reales de aplicación en las zonas perdidas de regadío.
Respecto al secano, la medida que recibió el mayor rechazo fue la de mejorar la actual orden de ayudas para aplicar indemnizaciones en función del precio medio de los tres últimos años a precio real y para aquellos agricultores que conserven una muestra de sus cultivos, un requisito que Dujo reconoció que será "difícil de cumplir".
"NO QUEREMOS DINERO, QUEREMOS SOLUCIONES"
"No queremos dinero, queremos soluciones", contestaron a gritos los agricultores y ganaderos de la comunidad que hoy se concentraron a las puertas de la sede de la Junta, tras protagonizar algunos momentos de malestar y tensión con palabras en contra de sus propios representantes. Los agricultores recordaron que el problema de los topillos "es más gordo de lo que creemos" y advirtieron de que es posible que la plaga se extienda al próximo año.
"¿Quién va a sembrar aquí, quién se atreve a sembrar este año. Ni temprano ni tardío mientras vea un bicho no sembraré", aseguró uno de los agricultores afectados por esta plaga de topillos, que fue contestado por el resto de los manifestantes que exigieron a sus representantes agrarios y a la Administración que busquen soluciones hoy y no mañana porque "mañana ya es tarde".
Ante estas protestas, los representantes de las cuatro organizaciones agrarias se mostraron dispuestos a "salir donde haga falta", como exigían a gritos los agricultores, aunque recordaron que sacando los tractores y las palas a las carreteras tampoco acabará con la plaga de roedores.
El secretario regional de UPA, Julio López, que aseguró comprender la "crispación" de los agricultores ya que son los que viven las 24 horas del día en los pueblos, exigió una actuación contundente y generalizada por parte de la Administración regional, a la que acusó de llevar diez meses poniendo parches y "tocándose la barriga". Asimismo, Julio López señaló la "responsabilidad" de algunas organizaciones ecologistas en las extensión de esta plaga.
Del mismo modo, el coordinador de la Unión de Campesinos en Castilla y León (UCCL), Jesús Manuel González Palacín, reconoció el profundo malestar de los manifestantes y exigió a la Administración que facilite el tratamiento químico autorizado para acabar con los topillos a aquellos agricultores con una "densidad de plaga importante".
"La prioridad son los regadíos", continuó González Palacín, que se mostró convencido de que la actuación propuesta por la Junta de limpiar las cunetas de las zonas afectadas es "mínima". Así, el coordinador de UCCL mostró su pesar por el resultado de la reunión de hoy con el presidente de la Junta en la que, a su juicio, no se produjeron "avances significativos".
Las mismas palabras utilizó el coordinador de Coordinadora Agraria-COAG, Aurelio Pérez, que desde un "planteamiento de firmeza" apostó por un tratamiento generalizado financiado al cien por cien por la Junta de Castilla y León que permita la aplicación de un producto químico contra los topillos tanto en los focos como en los perímetros de influencia.
EXIGEN "PASOS DE GIGANTE"
A juicio de Aurelio Pérez, las medidas propuestas hoy por la Junta de Castilla y León son "pasos de tortuga" para luchar contra un problema para el que es necesario dar "pasos de gigante". "Va a ser difícil erradicar la plaga hasta el invierno", reconoció Pérez, que, sin embargo, apostó por actuar con urgencia ya que "nos estamos jugando el futuro de la campaña siguiente".
Esta manifestación se inició también con algunos momentos de tensión entre los representantes de las organizaciones profesionales agrarias ante el malestar de los dirigentes de UCCL cuyas siglas no aparecían en la pancarta principal, firmada por Asaja, UPA y COAG, una polémica que deriva de días atrás cuando se convocó este acto de protesta.
Finalmente, los dirigentes agrarios optaron por encabezar esta manifestación sin estar precedidos de ninguna pancarta como suele ser costumbre y sólo llevaron delante a cinco agricultores ataviados de cocineros y que portaban una cazuela con topillos muertos y una pegatina con la frase: "Silvia Clemente baja a hincar el diente".
En el resto del recorrido, los manifestantes portaron diversas pancartas reivindicativas con lemas como "Estamos de ratones hasta los cojones", "Juan Vicente esto se pone caliente", "Clemente saca al campo a tu gente" o "Esta plaga nos arruina" y corearon frases como "Herrera, listillo, acaba con el topillo" o "topillos y ratas acaban con las patatas".
