Denuncia que el precio final de la fruta es "ocho o diez veces mayor" que el que se ha pagado al agricultor
MADRID, 2 Ago. (EUROPA PRESS) -
La Unión de Pequeños Agricultores (UPA) repartió hoy cerca de 15.000 kilos de fruta en la plaza del Museo Reina Sofía de Madrid para denunciar los márgenes abusivos que se generan en el proceso de distribución comercial y que supone que el precio de la fruta que paga el consumidor sea "ocho o diez veces mayor" que el que ha recibido el agricultor.
En declaraciones a Europa Press Televisión, el secretario general de UPA, Lorenzo Ramos, denunció que este margen es "una barbaridad", porque la fruta sale "totalmente preparada" de la explotación, quien además asume "todos los costes". "No entendemos porque luego hay esas diferencias tan grandes", matizó.
En este sentido, acusó a los intermediarios de estar "forrándose" a costa tanto de los agricultores, que no cubren ni los costes de producción, como de los consumidores, "porque cuando hay precios muy altos se castiga el consumo".
A modo de ejemplo, Ramos explicó que en el caso de la sandía el agricultor está percibiendo ocho céntimos por un producto que en el mercado se vende a 72, ocho veces más caro. A su vez, la ciruela se paga al agricultor a 40 ó 45 céntimos y a más de dos euros y medio en los comercios.
Ramos alertó además de que los productores de fruta dulce llevan "tres años perdiendo dinero" con sus cosechas y que, un año más, la campaña de cítricos se ha iniciado con los precios "totalmente hundidos".
DOBLE ETIQUETADO
Por su parte, el secretario general de UGT, Cándido Méndez, reclamó al Gobierno que implante el sistema de doble etiquetado en las frutas para que los consumidores conozcan "la miseria que se paga en origen" y el precio "tan alto" que ellos abonan, "a veces un 700 o 1.000 por ciento más".
Además, le reclamó al Ejecutivo que "vigile este tipo de prácticas" y que las corrija, en tanto en cuanto "también tienen incidencia en la inflación y repercuten negativamente en la economía de las familias españolas".
Recordó también que la subida de precios "no viene de la producción" como demuestra que los agricultores cobren "una miseria" por sus productos con los que muchas veces "no pueden ni cubrir los costes de recolección". Así, subrayó que entre el consumidor y el pequeño agricultor existe "una red de distribución y de comercialización donde quedan atrapados los márgenes".
FOMENTO DEL CONSUMO
Además este año la organización agraria también ha repartido brochetas de frutas con el objetivo de promocionar el consumo de frutas, que "sigue cayendo en España". Por ello, Ramos reivindicó que restaurantes y otros establecimientos similares sirvan la fruta "preparada" a sus clientes.
Así, reclamó a la Administración Pública que ponga en marcha "campañas de promoción" para fomentar el consumo de fruta, principalmente entre los jóvenes y las personas mayores, "no solo cuando hay problemas sino todo el año".
Asimismo, Ramos confió en que este tipo de actos ayude a que la ciudadanía comprenda sus reivindicaciones, pero alertó de que, si no se resuelve pronto este problema, puede que "la gente se cabree" e inicien "maneras de protestar mucho más duras como coger un camión de melocotones y volcarlo" ante el Ministerio de Agricultura.
BUENA ACOGIDA DE LOS MADRILEÑOS
Desde primera hora de la mañana eran numerosos los madrileños que hacían cola ante el trailer donde se almacenaba la fruta con el objetivo de hacerse con alguna de las bolsas que contenían melocotones, ciruelas o sandías. María Pérez llevaba desde las ocho de la mañana esperando en la madrileña plaza porque "como pensionista" el dinero no le alcanza para comprar "algo decente".
Por su parte, Ascensión expresó su apoyo a estas iniciativas de los agricultores y recalcó que alguien tiene que hacer algo para solucionar este problema porque "no es justo" que productores y consumidores "paguen de esta manera".
Se mostró partidaria de que cada parte de la cadena "cobre lo que tenga que cobrar" y consideró "lamentable" que tengan que recurrir a este tipo de actos para denunciar los problemas que padecen. "Está muy bien hecho pero me da un poco de pena", concluyó.
